Casi 2.000 docentes de toda España acudieron el curso pasado (2022-23) al Defensor del Profesor, un servicio de atención puesto del sindicato de enseñanza Anpe. La queja mayoritaria fueron los problemas con la Administración (33%), seguida de las falsas acusaciones por parte de madres y padres (25%), las faltas de respeto de los estudiantes (22%) y los problemas para dar clase (21%).
En el informe, presentado este martes por el sindicato, también refleja que las agresiones a los docentes siguen aumentando en los centros educativos. De las 1.947 actuaciones realizadas en el curso 2022-2023, el 7% fueron por agresiones de alumnos a profesores, un punto porcentual más que en el curso anterior, mientras que las agresiones de padres a docentes se mantienen en un 3%. “Hay alumnado que, por diversos motivos, viene al colegio con armas blancas. Vamos a prestar atención a la salud de los alumnos. Un solo caso de agresión es inconcebible”, ha señalado la coordinadora estatal del servicio del Defensor del Profesor, Teresa Hernández Jiménez, durante la presentación del documento.
Te puede interesar: La percepción del alumnado sitúa el acoso escolar en los niveles más bajos desde 2015, pero la de los profesores aumenta
También se han denunciado casos de familias afectadas por el fenómeno “locus externo”, en el que la responsabilidad de lo que pasa a nivel interno se trata de poner fuera. “Son casos en los que se cuestiona al docente, su forma de explicar, su metodología, su gestión del aula”, explican desde el sindicato.
Ciberacoso al profesor
El Defensor del Profesor también observa un aumento de casos que tienen que ver con la digitalización: ciberacoso al profesor, suplantación de identidad en redes sociales para ridiculizarlo, envío de amenazas o presión para subir las notas. También ve “preocupante” el aumento e intensidad de los casos de violencia física. En concreto, el 5% de las actuaciones han sido por esta causa.
Te puede interesar: La profesora de lengua que dejó los institutos por bullying LGBTI: “Los docentes estamos desprotegidos”
El Defensor del Profesor recuerda que las normas de convivencia y los reglamentos son una realidad en el sistema educativo. Sin embargo, “por comodidad, dejación de funciones, normalización de determinadas conductas o por el hecho de querer evitar problemas con los padres”, los directores de los “hacen oídos sordos a los problemas”. “Resulta contraproducente que la norma exista y no se cumpla”, denuncia el informe,
La imagen de la situación en las aulas es de falta de motivación hacia el aprendizaje y el estudio, ya que añaden que “las consecuencias del Covid-19 siguen presentes entre los alumnos, sobre todo, los de Secundaria”, y esto se ve traducido en una “pérdida de hábitos, la incertidumbre hacia el futuro, la promoción con asignaturas pendientes, la sobreprotección de algunas familias, son factores que no ayudan a que el discente entienda el aprendizaje como un pilar esencial para su futuro”.
Casos de ansiedad y depresión
El informe concluye con que la salud mental de los docentes se ve muy dañada con estos conflictos. El 77% de los profesionales que acudieron al Defensor del profesor presentaron síntomas de ansiedad y un 13% de depresión. De todos los profesores que llamaron al servicio de atención, un 16% se encintraba de baja médica.