El pasado mes de octubre la FIFA asestaba un duro golpe a Luis Rubiales por su beso a Jenni Hermoso durante la entrega de Medallas del Mundial femenino que le cerraba de manera definitiva las puertas de la RFEF. Su primera sanción de 90 días le empujó a dimitir y la decisión final hecha pública el pasado 30 de octubre de por el organismo que rige el futbol mundial le daba la puntilla definitiva. La Comisión Disciplinaria de la FIFA anunciaba la inhabilitación durante tres años del expresidente de la Federación para todas las actividades relacionadas con el fútbol a nivel nacional e internacional.
Una decisión que ha seguido a rajatabla el Tribunal Administrativo del Deporte con idéntica sanción. Ante esta situación, Luis Rubiales ha pedido el archivo y sobreseimiento del expediente abierto por el TAD. “El fugaz beso, no en la boca, sino en los labios, fue consentido, y quien diga lo contrario, está faltando a la verdad. Todo lo expuesto por mí hasta la fecha ha sido mi única versión y así será. Las pruebas visuales, conductuales, incluso las declaraciones espontáneas de ambas partes tras lo sucedido así lo indican”, reiteró en contra de la versión ofrecida por Jenni Hermoso en su declaración ante la fiscalía.
“Ha habido una teatralización bestial”
Según Rubiales se ha producido una “teatralización bestial”, una “demagogia brutal” y un “linchamiento” por varios factores. “Uno, que cometí un error. Dos, que iban a por mí desde hace tiempo. Tres, que le vino muy bien a algún sector radicalizado de la política española. Cuatro, que este asunto constituía, sin duda, un filón mediático. Las concretas sanciones propuestas no se corresponden con lo razonado en el resto del texto de la propuesta de resolución, sino que aparecen desconectadas del mismo, proyectando una petición arbitraria e injustificada”.
“No existe justificación suficiente y razonable de por qué se fija en ese plazo o por qué se elige esa concreta clase de sanción y no otra. Con la fundamentación de la propuesta podría haberse concluido de la misma forma que la sanción debía ser de apercibimiento, de multa o de inhabilitación de tres o de seis meses. De hecho, la propuesta concreta obedece a la mera voluntad o voluntarismo del instructor”, lamenta Rubiales.
“La filtración es malintencionada”
En su escrito, el expresidente federativo, ataca al Gobierno y compara su expediente (el número 155) con el artículo de la Constitución que utilizó el Ejecutivo para intervenir Cataluña. Además, critica cómo Pedro Sánchez ha pactado la amnistía: “No hay delito y se quiere criminalizar sin base legal, mientras donde sí lo hay, se trata de borrarlo del mapa”.
El exmáximo mandatario del fútbol español asegura que “las concretas sanciones propuestas no se corresponden con lo razonado en el resto del texto”, por lo que afirma que se ha realizado una petición de castigo “arbitraria e injustificada”. Por ello, considera que “la sanción debía ser de apercibimiento, de multa o de inhabilitación de tres o de seis meses”. Además, indica que “alguien del CSD” llamó a un periodista para preguntarle por dicha propuesta de sanción. Afirma que “la filtración es malintencionada” con el único objetivo de perjudicarle y de que se cree un juicio público paralelo.