El submarino del Villarreal murió en la orilla. Lo hundieron los cañonazos de Griezmann, asistente en el gol de Witsel que señaló el camino y goleador en el segundo que certificó la remontada de los colchoneros tras el tanto inicial de Gerard Moreno. Samu Lino cerró el partido tras culminar el centro lateral de Pablo Barrios. Los de Simeone consiguieron su decimo quinta victoria consecutiva como local, récord de la entidad madrileña, sacando a relucir su gen de campeón para remontar un partido que se les puso muy cuesta arriba.
No fue el mejor partido de Griezmann, pero sin serlo, repartió una asistencia y sumó un gol más a su cuenta goleadora con el Atlético. Ya va por 169, empata con Escudero como segundo máximo artillero de la historia del club, por delante, tan solo tiene a Luis Aragonés y sus 173 tantos. Las victorias de Real Madrid y Barça sobre la bocina no les dejaban margen de error. El Atlético se movía en el alambre cuando apareció el francés. Koke tiró de escuadra y cartabón para habilitar la incursión de Llorente que la puso de primeras para que Antoine llegara desde atrás y certificase otra victoria en casa.
Te puede interesar: Lewandowski se reivindica y rescata al Barça ante el Alavés
Misma piedra
Se presentó el submarino en el Metropolitano sin un capitán al mando. La destitución de Pacheta obligó a Tena, director deportivo, a liderar a los suyos. Lo hizo al más puro estilo de quien tomará las riendas en los próximos días: Marcelino. El mítico 4-4-2 del extécnico del Marsella ya luce sobre el césped. Simeone buscaba su decimo quinto triunfo seguido y establecer el récord de la entidad. Enfrente, su kryptonita. El equipo que no había hincado la rodilla en sus últimas tres visitas al feudo colchonero.
𝑪𝒐𝒎𝒐 𝑷𝒂𝒃𝒍𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒔𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒓𝒓𝒊𝒐𝒔.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 12, 2023
Imparable en su carrera.
Imparable el latigazo de Lino. #LALIGAEASPORTS #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/7PCRXU9mGq
La cuarta siguió el mismo guion. Juntaban las líneas en el centro del campo y atraían la presión del Atlético para salir jugando al primer toque. Los de Tena empezaban la jugada con el portero. Lo de Jorgensen ya lo había hecho Rulli otras temporadas. Mantenía la posesión hasta que un jugador rojiblanco se acercaba. De lo contrario, el balón no se movía del área amarilla. Y el Atlético, al igual que en las anteriores ocasiones, tropezó con la misma piedra. Sorloth disparó, Oblak paró sin blocar y el rechace acudió a la bota de Gerard que pateó con la zurda ante Hermoso, Giménez y Witsel que defendieron a la nada con la mirada mientras Moreno se llevaba el todo.
Distinta reacción
Lo que presenciaban los aficionados rojiblancos parecía más el tercer tiempo del partido del año pasado que el primerop de un nuevo partido. Para su beneficio, Sorloth se lesionaba en una carrera y Tena, en el cambio, se disparaba al pie. Introducía a Terrats y no a un punta, obligando a Gerard a jugar de espaldas, sin una referencia por delante suya. Cinco minutos después, su equipo lo pagó en una jugada de laboratorio rojiblanco. Esta vez no fue Saúl, sino Griezmann el que dobló a Riquelme y puso el centro tenso. Morata erró en el remate, pero Witsel en el segundo palo lo convirtió en acierto y resarció de su pasividad en el tanto encajado.
Simeone dejó a Saúl en la ducha y metió a Llorente para asfixiar al Villarreal centro a centro. Todos buscaban la misma cabeza, la de Morata. Sin embargo, el delantero, errático, no tuvo su noche. El técnico argentino vio que no era suficiente y continuó agitando la coctelera hasta introducir a Barrios y Lino y dar con la receta para hundiar al submarino. El primero asistió al segundo para certificar la victoria tras el gol de Griezmann. Los rojiblancos reaccionaron tirando de gen de campeón y duermen a dos puntos del Barça y cuatro del Real Madrid, aunque con un encuentro menos. Partido a partido, la persecución continúa.