Las herencias son, en algunas ocasiones, motivo de discordia para muchas parejas y familias. Los descendientes de la persona causante tienen que hacer frente a un abanico de trámites burocráticos de difícil gestión. La nulidad del testamento es uno de los supuestos en los que se considera que son ineficaces las disposiciones del fallecido, por no cumplir con los requisitos y las formalidades necesarias. El testador, por norma general, suele dejar todos los bienes y derechos para sus herederos. Este proceso se conoce en nuestro país como herencia yacente. Los familiares, no obstante, tienen que rechazarla o aceptarla, aunque la segunda opción suele ser la más frecuente.
Muchas personas no saben cómo poner en marcha los trámites para recibir las propiedades y los derechos correspondientes. Lo primero que tienen que saber los familiares del testador es que los bienes pueden acabar en manos de casi cualquier descendiente, ascendiente e incluso de su pareja. El reparto del patrimonio se puede prorrogar durante varios meses, sobre todo cuando no existe testamento y surgen desavenencias entre los herederos. Los españoles más supersticiosos prefieren no dejar constancia de sus últimas voluntades, aunque la distribución se puede volver una auténtica pesadilla.
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El testamento no solo supone un ahorro de tiempo y trámites para los herederos, sino que también evita problemas y deja claras las últimas voluntades de la persona causante. Los familiares pueden recibir igual su parte de la herencia cuando no tienen acceso a este documento, pero el proceso se puede volver más engorroso de lo habitual. La sucesión de trámites no es un camino de rosas, pero los familiares no tienen por qué preocuparse. Los descendientes, en estos casos, se preguntan cómo pueden saber si la persona causante ha dejado —o no— testamento.
¿Cómo saber si una persona ha dejado testamento?
Las herencias muchas veces son casus belli para las familias españolas, de modo que un testamento puede facilitar tanto las negociaciones como los tiempos. Los herederos se preguntan a menudo cómo averiguar si la persona causante ha dejado testamento y la respuesta es afirmativa. Lo único que tienen que hacer los descendientes del presunto testador es pedir el certificado de defunción y sus últimas voluntades. El Registro Civil y el Registro de Últimas Voluntades son públicos. Los familiares podrán saber, con este documento, cuándo y ante qué notario se ha firmado el testamento en cuestión.
Para tener acceso al contenido del texto, sin embargo, hacen falta otras circunstancias. Si el testador todavía está vivo, nadie puede conocer sus disposiciones, salvo las personas expresamente autorizadas. Una vez fallecido el titular, los familiares llamados a recibir la herencia pueden obtener una copia del testamento si acuden a la notaría en la que se encuentra depositado el escrito original. No obstante, solo pueden solicitar esta copia los herederos instituidos y los legatarios, que son los sucesores a título particular, es decir, solo puede recibir bienes o derechos concretos de la persona causante. Esta figura está regulada por el Código Civil en los artículos 660, 858 y siguientes.