El invierno se acerca, los días son cada vez más cortos y los hogares tienen que planificar el consumo energético para no llevarse ningún disgusto a final de mes. La factura de la luz ha dado más de un susto a muchas familias durante el último año, con la inestabilidad de los precios marcando el paso. El bono social eléctrico, que ofrece descuentos de hasta el 65% en los pagos para los hogares vulnerables, ha sido una buena vía de escape para muchos consumidores. El Gobierno de coalición ha aprobado esta medida extraordinaria poco antes de la guerra de Ucrania, pero la ha reforzado durante los últimos meses para reducir el impacto económico del conflicto bélico.
Los consumidores que quieren solicitar este descuento tienen que tener contratada la factura regulada del Gobierno, conocida como precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC). La petición del bono social eléctrico lleva implícita la solicitud de cambio de tarifa. Los usuarios tienen que acogerse a un contrato PVPC con el comercializador de referencia, tal y como apunta el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Las eléctricas que ofrecen actualmente este tipo de tarifa son, entre otras, Endesa, Baser, Curenergía, Gas & Power y Teramelcor.
Te puede interesar: Estas son las ayudas para la calefacción en 2023: cómo recibir hasta 3.000 euros
El bono social eléctrico es un descuento en la factura de la luz para las familias vulnerables, que de manera excepcional será del 65% hasta el 31 de diciembre de 2023. No obstante, muchos hogares han registrado ahorros mucho más elevados. En el caso de una vivienda que ha consumido 136 kWh, pero tenía una potencia contratada de 4,4 kW, la factura, que usualmente sería de 38,07 euros, puede caer hasta los 9,13 euros, dejando una rebaja del 75%. Los usuarios, para disfrutar de esta bonificación, tienen que cumplir con una serie de requisitos.
¿Quién puede solicitar el bono social eléctrico?
Los consumidores, para solicitar el bono social eléctrico, tienen que acreditar que la renta anual total no supera los 12.600 euros, distribuidos en 14 pagas para una sola persona. Si la unidad de convivencia la integran más miembros de la familia, los ingresos mínimos exigidos crecerán un 0,3 adicional por cada adulto y un 0,5 por cada menor. De este modo, la barrera se queda en los 16.380 euros para un hogar de dos adultos y asciende hasta los 22.600 euros si tienen un hijo bajo su responsabilidad. Los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV) también pueden disfrutar de esta subvención, igual que las familias numerosas y los hogares que sobreviven con una única pensión.
Los usuarios tienen que tener la condición de consumidores vulnerables para acceder a este descuento del 65% en la factura de la luz hasta el 31 de diciembre. Los clientes que ostentan la condición de vulnerables severos, es decir, aquellos que tienen ingresos por debajo de los 6.300 euros anuales o son familias numerosas con rentas de menos de 16.800 euros, pueden disfrutar de un descuento de hasta el 80%. El bono social se aplica directamente en la factura hasta consumos de 132 kWh mensuales para una demanda individual o una unidad de convivencia de dos personas. Las cantidades ascienden a medida que aumentan los miembros de la unidad familiar. Las familias numerosas tienen un límite mensual de 396 kWh.
¿Cómo solicitar el bono social eléctrico?
El bono social eléctrico se puede tramitar por teléfono, correo electrónico y correo postal, aunque los usuarios también pueden acudir directamente a cualquiera de las comercializadoras de referencia, que tienen la obligación de ofrecer y financiar esta cobertura. No obstante, los descuentos tienen que ser concedidos por la administración pública competente, que puede tardar un tiempo en estudiar y aceptar la solicitud.