El invierno está a la vuelta de la esquina y las familias empiezan a notar el frío. Los más jóvenes y las personas que tienen dificultades para llegar a final de mes hacen malabares para no encender la calefacción hasta diciembre, pero muchas veces las temperaturas son tan bajas que esta prórroga resulta casi imposible. Los hogares tratan de reducir gastos y ahorrar lo máximo posible en la factura del gas, especialmente cuando los recursos son limitados. Los clientes, en cualquier caso, tienen que planificar su consumo para acondicionar el domicilio sin destinar un alto porcentaje de su salario.
Las familias, cuando toca sacar la calculadora, valoran las distintas compañías del mercado energético en busca de la oferta más eficiente, barata y rentable. Los consumidores, además, tienen a su alcance una serie de subvenciones y descuentos para compensar los gastos térmicos y garantizar la habitabilidad de los hogares más vulnerables. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, dirigido por Teresa Ribera, trabaja con un presupuesto de 540 millones de euros y pretende llegar a casi dos millones de viviendas. Las personas con menos recursos pueden recibir un desembolso de hasta 3.000 euros para la instalación y la reforma de los sistemas de calefacción.
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Las medidas de alivio energético se extenderán hasta el próximo 31 de diciembre, aunque su continuidad se decidirá cuando termine el año, según ha reconocido en varias ocasiones la ministra Teresa Ribera. Los riesgos de escasez de suministro derivados de la guerra de Ucrania han disminuido con el paquete de medidas aprobado por los Estados de la Unión Europea para diversificar las fuentes de energía. No obstante, la tensión geopolítica y la situación de Oriente Próximo suponen una serie de riesgos y podrían ampliar la duración de las ayudas.
¿Cómo solicitar las subvenciones para la calefacción?
El Gobierno de España financia la instalación y la reforma de instalaciones de calefacción en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este paquete de ayudas nace con el objetivo de financiar “actuaciones u obras de mejora de la eficiencia energética de las viviendas”, pero los demandantes tienen que acreditar que residen de forma habitual en el domicilio en cuestión. Los interesados en solicitar estas subvenciones pueden figurar como propietarios, usufructuarios e incluso arrendatarios del inmueble, que puede ser tanto unifamiliar como parte de un bloque de viviendas.
Las ayudas financian el 40% del coste de la obra o reforma, con un límite de 3.000 euros por vivienda. El pago se efectúa mediante transferencia bancaria y las familias tienen que demostrar que la actuación “reducirá al menos el 7% de la demanda energética de calefacción”. El Real Decreto 477/2021 contempla también la posibilidad de sustituir elementos constructivos de la fachada, como las ventanas, para conseguir estos objetivos de contención energética. Las reformas que reduzcan el consumo de energía no renovable en, al menos, un 30% también pueden optar a estas subvenciones. Las placas solares, las calderas de pellets y la energía hidrotérmica son tres de las soluciones que entran dentro del programa. Las solicitudes se tienen que presentar antes del próximo 31 de diciembre.