“Esto es una barbaridad”: un experto de la AEMET explica por qué se podrían dar las condiciones para que se forme un huracán en el Atlántico

Guardar
Imagen que acompaña la publicación del meteorólogo J. J.González Alemán
Imagen que acompaña la publicación del meteorólogo J. J.González Alemán

Las borrascas en octubre y la primera semana de noviembre han sido el principal tema en la información meteorológica en España. Algunas han sido de gran intensidad y han provocado temporales de lluvia y viento significativos, impactando tanto en las infraestructuras como en la población. El pasado 2 de noviembre una joven de 23 años murió aplastada por un árbol que cayó en la calle Almagro, en el centro de Madrid. Este accidente fue a causa del ciclón Ciarán, uno de los ciclones extratropicales más potentes de los últimos tiempos, que activó avisos en toda España y que en el mundo ya se ha cobrado 12 muertos y decenas de heridos.

Esta borrasca, que se convirtió en una ciclogénesis explosiva en Reino Unido, generó efectos que trascendieron los típicos de una borrasca otoñal y batió récords de ráfagas de viento para un mes de noviembre, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología. Según Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, “se trata de una de las borrascas más profundas que han afectado a Europa occidental en este siglo XXI”.

La intensidad de Ciarán

La preocupación por el temporal crece y en los últimos días se ha hecho viral el tuit de un experto de la AEMET, Juan Jesús González Alemán, doctor en Física e investigador en dinámica y modelización atmosférica de la agencia, quien advirtió que la borrasca Ciarán sería muy intensa y comparó su impacto con el de un huracán. De hecho, se registraron fuertes ráfagas de viento que superaron los 150 km/h en algunas áreas, lo que llevó a declarar alerta roja.

“Esto es una barbaridad”, lamentó en la red social X. “Principios de noviembre y el ambiente atmosférico/oceánico en el Atlántico Nordeste sería capaz de soportar (teóricamente) un huracán de hasta categoría 3 o 4. Una clarísima expansión de las condiciones tropicales hacia nuestras regiones”, apuntó. En un hilo del antiguo Twitter en el que compartió un mapa, indicó que lo que en él se veía era la Intensidad Máxima Potencial, una magnitud que mide la máxima energía que un ciclón tropical podría obtener de la atmósfera y el océano. “Es decir, la máxima intensidad que podría alcanzar un ciclón tropical en caso de desarrollarse en la zona”, explicó.

Lo que quiere decir este experto no es que se formará un huracán de categoría 4 en la zona. Sino que, en caso de formarse un ciclón tropical, podría alcanzar esa categoría si las condiciones son favorables para aprovechar esa energía.

La borrasca Ciarán se lleva árboles por delante en su paso por Coruxo, Vigo.

¿Por qué caen los árboles con la borrasca Ciarán?

El jefe de Jardinería y Arbolado del Real Jardín Botánico del CSIC y presidente de la Asociación Española de Arboricultura, Mariano Sánchez, ha explicado a Europa Press que un pequeño tanto por ciento de las caídas de árboles se deben a que el ejemplar esté en un mal sitio y no resisten a una racha fuerte de viento, lo que deja a la amplia mayoría a merced de otros motivos relacionados con la gestión humana.

Te puede interesar: La eólica impulsa un nuevo récord de generación renovable tras el paso de la borrasca Ciarán

En concreto, explica que las caídas se deben fundamentalmente a que algunos árboles se plantan con poco sustrato, lo que da lugar a que tengan poca raíz; o bien en hoyos pequeños están rodeados de gran cantidad de hormigón; por la pudrición de ramas que se produce con las distintas podas “en muchos casos indebidas” a lo largo de la vida de un árbol y también en el caso de las praderas, donde presentan mayor riesgo de caída, en especial las coníferas, de hoja perenne.

Así, ha insistido en las podas como una de las causas principales porque en las ramas cortadas hace 10 o 20 años se produce una pudrición y cuando vuelve a brotar una nueva rama, adquiere su porte y frente al viento, son las primeras que suelen partirse y caer.

Guardar