Los resultados presentados por Telefónica de los primeros nueve meses del año y su nuevo plan estratégico Crecimiento, Rentabilidad y Sostenibilidad (GPS, en sus siglas en inglés), que dio a conocer el jueves, han gustado a los analistas. Las cifras conseguidas por la operadora han superado las estimaciones del mercado a nivel operativo y en beneficio neto.
La teleco ganó entre enero y septiembre 1.262 millones de euros, lo que supone un 15% menos respecto al mismo periodo del año anterior, a pesar de que sus ingresos se incrementaron un 2,4% hasta los 30.499 millones de euros, mientras su deuda cayó un 7,4 %, hasta los 26.537 millones.
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Respecto al tercer trimestre, registró un beneficio neto de 502 millones de euros, un 9,3% más en términos interanuales, e ingresó 10.321 millones de euros, un 0,21% por debajo de los 10.343 millones de euros que facturó en el tercer trimestre de 2022,
“Estos resultados se han situado muy en línea con las previsiones en ingresos y han superado las estimaciones a nivel operativo y beneficio neto”, asegura Iván San Félix Carbajo, analista de Renta 4 Banco.
Destaca que “como esperábamos” la directiva mantiene la guía 2023 en crecimiento de ingresos y de EBITDA. Todo ello hace que recomiende a los inversores “sobreponderar la acción de Telefónica en sus carteras”.
También Diego Morín, analista de XTB, considera que los resultados “son positivos en general y mejoran las estimaciones del consenso de analistas respecto a los ingresos del tercer trimestre”.
Una de las cifras en las que incide Morín es en la del cash flow libre de 1.130 millones de euros y destaca el retroceso de su deuda financiera neta de 26.537 millones, frente a los 26.687 millones de diciembre de 2022. A su juicio, “valoro positivamente estas cifras porque muestran que la compañía está en línea de cumplir con las guías del año”.
Por su parte, Elena Fernández-Trapiella, analista de Bankinter, también reconoce que los resultados “baten las estimaciones y la compañía eleva levemente los objetivos para 2023 desde el crecimiento de un dígito en Ingresos y OIBDA a crecimiento en torno al 4% y al 3%, respectivamente”. También celebra que mantenga el dividendo.
Un plan estratégico ambicioso
Telefónica aprovechó la celebración del ‘Día del Inversor’ para presentar su nuevo plan estratégico GPS con el que pretende lograr una generación de caja de 5.000 millones de euros en 2026 y en el que se ha comprometido a abonar, como mínimo, un dividendo de 0,30 euros por acción en el periodo 2023-2026. Se trata de “un plan ambicioso”, a juicio de los analistas.
Entre los principales objetivos financieros del plan destacan “obtener un crecimiento anual aproximado del 1% de los ingresos, del 2% del EBITDA, del 5% de la caja operativa y por encima del 10% de la generación de caja, además de reducir sus inversiones en dos puntos porcentuales de capex y rebajar la deuda.
Pendiente del desembarco STC y de la SEPI
Tras la presentación del nuevo plan estratégico y de los resultados hasta septiembre, Telefónica afronta dos temas que pueden suponer un cambio radical en su accionariado: la entrada en el capital de la compañía del grupo saudí STC y del Gobierno a través de la SEPI.
El grupo STC anunció el pasado 5 de septiembre la adquisición del 9,9% de Telefónica por 2.100 millones de euros. Se divide en un 4,9% en acciones directas y un 5% en derivados, pero para que esta compra se ejecute tiene que esperar a que el Gobierno dé el visto bueno de la operación.
Diego Morín considera que “salvo sorpresa, la entrada del grupo saudí será permitida por el Gobierno, ya que existen muchos intereses detrás de estos movimientos, básicamente políticos”.
Cree que la operación de STC es “más estratégica para STC Group, en su búsqueda de expansión a nivel global, que para la propia Telefónica, que pasa a tener como socio mayoritario a Saudí Telecom, por delante de BBVA, BlackRock o CaixaBank”.
Respecto a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), está estudiando entrar en el accionariado de Telefónica, aunque ha reconocido que aún no ha tomado una decisión.
Está “monitorizando” la situación de la teleco y haciendo un “análisis exploratorio interno” respecto a una eventual adquisición de una participación accionarial de la operadora española.
Ante esta operación, Carlos Balado, profesor de OBS Business School y director de Eurocofín, considera que la posible entrada del Estado en Telefónica por medio de la Sepi está en línea con la participación de otros Estados en sociedades estratégicas dentro de la UE. Ahora bien, “como empresa privada que es Telefónica, esa entrada debería producirse con el consenso del resto de accionistas y la participación que adquiriese tendría que ajustarse a los precios del mercado para poner en el valor a la compañía”.
En su opinión, esa entrada no debería impedir o excluir la de cualquier otro accionista que quisiera adquirir títulos de la operadora porque, “tanto en un caso como en otro, los beneficiarios finales serían todos los accionistas en la medida en que se captan nuevos fondos e inversores para la empresa de telecomunicaciones”.