Una falsa amenaza de bomba paraliza una línea de Metro de Madrid

La Policía Nacional ha desalojado en este miércoles tres estaciones de la línea 1 del Metro de Madrid —Alto del Arenal, Puente de Vallecas y Nueva Numancia— por aviso de bomba que ha resultado ser una falsa alarma. Los agentes han recibido la notificación hacia las 16:45 horas de la tarde, momento en el que han procedido a cerrar las tres estaciones.

Después de una hora, fuentes policiales han confirmado a Infobae España que se restablecía la circulación de todos los trenes interrumpidos. Tras las pertinentes comprobaciones y confirmar que el paquete sospechoso está fuera de peligro, Metro publica en sus redes sociales como ‘X’ (antes Twitter) que los servicios se restablecen.

Un usuario del Metro se acercó al maquinista sobre las 16.50 para informar que, al llegar a la estación de Puente de Vallecas desde Alto Arenal, se encontrarían con un artefacto sospechoso. La Policía ordenó a Metro Madrid detener los trenes con ese destino mientras se verificaba la situación y se determinaba si los pasajeros estaban en peligro o no.

Metro avisó a sus pasajeros a través de ‘X’ de que la línea permanecería cortada para esas tres estaciones.

Mientras los efectivos de Guías Caninos y de la Brigada Provincial de la Información de la Policía Nacional se desplazaban hasta el lugar “sospechoso”, Puente de Vallecas, el equipo de seguridad de Metro fue el primero en responder en el lugar el aviso. Estos profesionales se encargaron de evacuar a las personas que se encontraban dentro de la infraestructura.

A la llegada de los cuerpos de seguridad, comenzaron sus investigaciones acerca de los posibles paquetes sospechosos en estos lugares. Bajo su custodia, los agentes de Seguridad Ciudadana de Puente de Vallecas han acordonado las inmediaciones de la estación.

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Fuentes de la investigación han explicado a Vozpópuli que un hombre fue el que avisó a un conductor de Metro de que había dejado una bomba que iba a explotar y salió corriendo del lugar. Este individuo es rubio con sudadera roja y chaqueta azul. Tiene entre 20 y 30 años. La Policía Nacional trata de averiguar su paradero y revisan las cámaras de seguridad.