El Día D de Telefónica ya ha llegado. Este miércoles la compañía presidida por José María Álvarez Pallete se enfrenta a su primer Investors Day en once años. Una cita cargada de interés y de polémica tras los acontecimientos que ha vivido la teleco española en los últimos meses: desde la entrada de los saudíes en su accionariado hasta el plan de bajas incentivadas, pasando por el repentino interés de la SEPI en esta empresa estratégica. Muchas incógnitas para las que Álvarez Pallete no parece tener aún respuesta.
Lo que sí se sabe de este encuentro —que no se celebraba desde el año 2012— es que Telefónica presentará su plan estratégico para 2023-2026. Este evento coincide con la presentación de resultados de los primeros nueve meses del año, que anunciará previsiblemente a media mañana, a diferencia de lo que hace habitualmente, ya que los suele presentar antes del inicio de la sesión bursátil.
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En esta ocasión, y a falta de concretar una hora, los resultados se colgarán en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hacia las doce del mediodía. Será después cuando revele su estrategia ante los inversores que acudan al evento. Este nuevo plan estratégico sustituirá al que aprobó en 2019 que tenía el objetivo de incrementar su valor en bolsa después de un agosto ‘negro’ en el que el precio de la acción cayó al entorno de los 6 euros, el valor más bajo en 22 años. Ese objetivo no se alcanzó. Ahora, sus títulos rondan los 3,7 euros.
De aquella, se diseñó un plan centrado en cinco ejes: priorizar la actividad del operador en sus mercados principales —España, Reino Unido, Alemania y Brasil—, y la creación de una unidad de negocio para sus centros de Hispanoamérica. Además, se acordó crear Telefónica Tech y Telefónica Infra, así como redefinir el Centro Corporativo de la compañía.
Del nuevo plan estratégico se sabe alguna pincelada, como que estará basado en tres pilares principales: crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad y que situará a los clientes en el centro, a través de la tecnología y la automatización. Así, se sustentará en el crecimiento del flujo de caja libre registrado por el operador a raíz del aumento de ingresos experimentado desde el segundo trimestre de 2021, según dijo el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, el pasado julio en la conferencia con analistas durante la presentación de resultados del primer semestre.
STC y la SEPI
El pasado 5 de septiembre, STC anunció de forma sorpresiva su entrada en el accionariado de Telefónica, una operación que pasó inadvertida en el mercado y con la que se hizo con el 9,9% de la compañía pero que para completarse tiene que ser aprobada por el Gobierno, que aún no ha recibido una notificación oficial del grupo saudí sobre sus intenciones en la operadora.
STC contó con la colaboración de Morgan Stanley para que la operación pasase inadvertida antes de ser anunciada y comprende un 4,9% en acciones y un 5% en instrumentos financieros. Debido a la normativa española sobre inversiones extranjeras en empresas cotizadas estratégicas, para superar el 5% en Telefónica -con gran presencia en el sector de la defensa nacional- el grupo saudí necesita que el Ejecutivo dé luz verde a la operación.
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Para ello, STC debe remitir al Ejecutivo —a través del Ministerio de Defensa— una notificación en la que explique si, por ejemplo, quiere tener un asiento en el consejo de administración de la principal operadora española, entre otras cuestiones. STC todavía está elaborando ese documento ya que aún no hay una fecha fijada para remitírselo al Gobierno, si bien distintos expertos y analistas apuntan que una posibilidad es que la empresa saudí esté esperando a la conformación de un nuevo Ejecutivo.
A finales del mes de octubre, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) está estudiando entrar en el accionariado de Telefónica. En un comunicado enviado al supervisor indicaba que está “monitorizando” la situación de Telefónica y haciendo un “análisis exploratorio interno” respecto a una eventual adquisición de una participación accionarial la operadora española. “Dicho análisis por parte de SEPI no presupone la adopción de una decisión que suponga dicha adquisición”, incidía dicha comunicación a la CNMV. Con este movimiento de la SEPI, que depende del Ministerio de Hacienda, el Gobierno conseguiría mantener la “españolidad” de la teleco. Según manifestó ayer la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial en funciones, Isabel Rodríguez, Telefónica posee un carácter estratégico para España.
Plan de bajas incentivadas
Sin embargo, no parece que el plan de salidas de Telefónica vaya a tener cabida en el Investor Day. La compañía presidida por Álvarez Pallete anunciaba que hasta 5.000 empleados se verían afectados por el plan de salidas incentivadas, que se repartirían en el periodo de duración del nuevo plan estratégico, si bien los cálculos sobre el número de trabajadores que se acogerían finalmente al plan se estima que se situará entre 2.500 y 3.000, una cifra similar a la de 2021, la última vez que se llevó a cabo una medida de este calibre.
Por su parte, los sindicatos UGT, CGT y Sumados critican el oscurantismo y la falta de información de este proceso y afirman que la única información que tienen al respecto es por los medios de comunicación y que la teleco no les ha enviado ninguna notificación oficial sobre su contenido, que según adelantó Expansión, afectaría a los empleados de las principales filiales españolas (PSI) de la operadora durante tres años.