Esquivel, portero del Atlético en la Youth League, se desploma tras sufrir un episodio de taquicardia en pleno partido

El meta de 18 años cayó al suelo después de llevarse la mano pecho y fue atendido por los servicios médicos que le retiraron en camilla del terreno de juego y trasladaron al hospital

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Esquivel, atendido por los servicios
Esquivel, atendido por los servicios médicos (captura de pantalla)

El partido entre los juveniles del Atlético de Madrid y Celtic de Glasgow consumía los últimos minutos de un partido dominado por los pupilos de Fernando Torres tanto en el aspecto táctico como en el resultado (4-0). El final del choque se auguraba plácido y tranquilo, hasta que Esquivel, portero de los rojiblancos, se llevó la mano al pecho y cayó al suelo. Los servicios médicos de Atlético y Celtic saltaron al césped inmediatamente para auxiliar al guardameta, que se marchó del estadio consciente y en ambulancia camino al hospital para realizarle más pruebas.

Al no quedarle más sustituciones a Fernando Torres, Salim El Jebari se puso bajo palos el último minuto del partido. Caída la noche sobre la capital española y con el choque entre Atlético y Celtic disputándose en el Metropolitano, el club colchonero emitió un comunicado detallando el estado de salud del joven arquero. “Esquivel sufrió un episodio de taquicardia en los últimos instantes del partido de la Youth League por lo que se le trasladó a un centro hospitalario donde se le realizaron una serie de pruebas cuyo resultado ha sido normal. En los próximos días se le realizarán pruebas complementarias que garanticen su vuelta a los entrenamientos”.

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El Atlético de Madrid de Fernando Torres ganó 4-0 al Celtic, con hat-trick de Rayane y un tanto de Adrián Niño. Con este triunfo, el Juvenil rojiblanco se clasificó para los octavos de final de la competición y peleará por el primer puesto en Rotterdam, ante el Feyenoord, equipo que les venció en el partido de ida.

Los mayores también golearon

Era a todo o nada. Al Atlético no le valía otro resultado que no fuera ganar para espantar así los fantasmas del pasado en Champions. “Es un grupo en el que todos vamos a quitarnos puntos”, auguraba Simeone, y al Atlético ya le habían quitado demasiados. Dos se los arrebató Provedel, el meta de la Lazio que anotó sobre la bocina en la primera jornada y otros tantos el Celtic hace menos de dos semanas. Con ganar los dos encuentros del Metropolitano le salían las cuentas al Atlético para pasar a octavos de final.

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Superar a los de Brendan Rodgers suponía el 50% de la clasificación y los goles de Griezmann y Morata por partida doble, Lino y Saúl (6-0) les permitieron recorrer la mitad del camino y emular el la victoria que hace medio siglo obtuvieron Adelardo, Heredia, Ayala y compañía, homenajeados en la previa del encuentro, en el Vicente Calderón tras la batalla de Glasgow.

Griezmann lideró la presión y forzó el error en la salida de balón escocesa e instantes después se tiró al suelo para rebañar el balón a Bernardo y vengar a su compañero Riquelme, quien segundos antes había sido objeto de una dura entrada del portugués. Junto al canterano formó un tándem letal. Minutos más tarde quedó reflejado el buen binomio de ambos y la segunda condición del francés, la de pasador a la red. Recibió de Riquelme y de primeras golpeó al palo largo de Hart. Imposible para el meta inglés.

Con Griezmann repartiendo juego y Riquelme poniendo a la grada de pie con cada cabalgada por banda, Morata reclamó parte de los focos. Los mismos que llevan alumbrándole toda la temporada. El ariete español volvió a ver puerta por cuarto encuentro consecutivo y por partida doble, pues se encargó de cerrar la manita colchonera con su gol número 28 en Champions que le permite superar a ilustres futbolistas como Mané, Rivaldo, Giggs y Rivaldo. A la fiesta de Griezmann y Morata se unieron Lino y Saúl.

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