El tesoro escondido del País Vasco: una misteriosa cascada de 100 metros de altura que es perfecta para visitar en otoño

Una naturaleza exuberante y una curiosa leyenda arropan a este impresionante salto de agua que es uno de los más impresionantes de la comunidad

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Cascada de Gujuli, en Cantabria (Shutterstock).
Cascada de Gujuli, en Cantabria (Shutterstock).

Pueblos con mucho encanto, playas paradisiacas y una naturaleza exuberante son algunos de los aspectos que mejor definen al País Vasco. Gracias a todos los rincones mágicos que alberga se ha convertido en un destino que cada año recibe más turistas. Y no es para menos, pues a esto se le suma su rica gastronomía y la gran cantidad de secretos escondidos en los lugares más insospechados.

Así, de estos últimos se puede decir, que el Parque Natural del Gorbeia acoge una de las joyas naturales más impresionantes y escondidas de la provincia. Se trata de la cascada de Gujuli (Álava), un impresionante salto de agua formado por los arroyos de Basabe y Jaundia, a más de 100 metros de altura. El entorno lo rodea es de lo más especial, pues es el resultado de la erosión del agua, la cual ha ido moldeando poco a poco la piedra caliza.

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Leyendas, rutas de senderismo y un paisaje increíble

Cómo no puede ser de otra forma, el Parque Natural del Gorbeia alberga un misticismo único. De hecho, en torno a él existe una leyenda, la cual dice que en su territorio vivía una lamia, un ser mitológico femenino semejante a una ninfa pero representada con pies de pato.

Cascada de Gujuli, en Cantabria (Shutterstock).
Cascada de Gujuli, en Cantabria (Shutterstock).

Esta poseía un espejo mágico el cual le concedía todo lo que deseaba, pero un día un pastor lo vio y se lo quitó. Ante esto, la lamia le preguntó enfadada el nombre al pastor, a lo que respondió Urjauzi, que es cascada en euskera. En ese preciso momento la criatura le hechizó convirtiéndolo en la cascada de Gujuli.

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Historias aparte, la belleza que proyecta este monumento natural es incalculable. La mejor época para visitarlo es durante la primavera y el otoño, pues es cuando más agua lleva debido a la temporada de lluvias y de deshielo. A esto se le suman unos colores únicos que dejan con la boca abierta al visitante.

Por si fuera poco, el Parque Natural del Gorbeia permite, más allá de conocer la cascada de Gujuli, realizar infinidad de rutas de senderismo. A través de ellas, se pueden conocer todos los rincones mágicos que alberga este bello paraje, el cual en otoño se viste con sus mejores galas.

Cascada de Gujuli, en Cantabria (Shutterstock).
Cascada de Gujuli, en Cantabria (Shutterstock).

Un acceso sencillo

Para disfrutar de la cascada en todo su esplendor es necesario contemplarla desde el mirador habilitado para ello. Así, unos cinco kilómetros antes de llegar al pueblo de Goiuri, se localiza un cartel que señala la entrada al aparcamiento para acceder al mirador de Gujuli.

Allí se puede estacionar el vehículo para continuar por un camino de apenas 500 metros hasta llegar al mirador. Este ofrece unas vistas impresionantes de la cascada, pero también de todo el entorno. Pues la estampa que crea el imponente desfiladero con la exuberante vegetación del Parque Natural del Gorbeia es de postal.

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