Rodrigo Sorogoyen -y su fiel guionista, Isabel Peña- llevan desde hace tiempo plasmando a través del cine algunas de las realidades más oscuras de nuestra sociedad. Desde que debutase en solitario con Stockholm, un aparentemente amable pero finalmente cruel retrato del encuentro de dos jóvenes en la noche madrileña, Sorogoyen se ha convertido en uno de los grandes cronistas de la actualidad española en el cine. Luego vendrían Que dios nos perdone, un thriller ambientado en el 15-M y la visita del Papa a la capital, El reino con clara inspiración de la trama Gürtel e incluso As bestas, la película que arrasó en los últimos Goya y que a su vez tomaba como referencia el cruento Crimen de Santaolla en Galicia.
No obstante, entre medias Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña también pudieron hacer una serie, y como no podía ser de otra manera tomaba gran inspiración de la vida real. En 2020 ambos estrenaron en Movistar+ la serie Antidisturbios, con actores de la talla de Vicky Luengo, Raúl Arévalo, Álex García, Hovik Keuchkerian, Roberto Álamo, Raúl Prieto o Patrick Criado. Ambientada de nuevo en Madrid, la serie cogía a un grupo de antidisturbios de la Policía Nacional, y a través de 6 episodios desgranaba la vida diaria de cada uno de ellos, dentro de su día a día como antidisturbios pero también fuera del trabajo, al mismo tiempo que desarrollaba una intrincanda trama de corrupción de las altas esferas del estado a través del personaje de Vicky Luengo.
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Aunque la serie tuvo una gran aceptación de crítica y posteriormente de público a través de Movistar+, como ha sucedido con la gran mayoría de trabajos del tándem Sorogoyen-Peña, la serie no sentó bien a todo el mundo. AL retratar a un cuerpo tan concreto, era evidente que existía la posibilidad de que algunos se pudieran dar por aludidos, y eso fue exactamente lo que pasó. Con el estreno de Antidisturbios, los sindicatos policiales, Jupol y SUP, criticaron con dureza la producción de Movistar+, denunciado que no se ajusta a la realidad. “Es una auténtica basura”, señalando a la dirección general de Policía y a la Jefatura de Unidades de Intervención Policial por dejar que la serie manchase la imagen de los agentes UIP, “una unidad de élite de la Policía Nacional”.
Por su parte, la Confederación Española de Policía (CEP) también se quejó de la mala imagen que daba la serie del cuerpo y mostraba su incomprensión de que la dirección general hubiera prestado su asesoramiento y servicios para rodar parte de la serie en las instalaciones policiales. “Hay uso de uniformes y vehículos, han recibido asesoramiento oficial y sale una serie que ofende a 2.500 compañeros con mentiras y clichés. ¿Quién y qué ha asesorado? Exigimos explicaciones urgentes”. A pesar de las declaraciones de los cuerpos oficiales, lo ciertos es que la serie sí tomaba en gran medida como referencia algunos hechos históricos relacionados con antidisturbios pero, ¿cuánto tenían de parecido con la realidad?
Del Santiago Bernabéu a Piolín
Porque Antidisturbios arrancaba ya con un caso que remitía bastante a la realidad. En la serie, el equipo empieza a ser investigado por Asuntos Internos a raíz de la muerte de un inmigrante que desalojan de un eddificio, Yemi Adichie. La muerte de Adichie aviva la tensión en las calles y posteriormente los antidisturbios tienen que controlar una revuelta en la plaza de Nelson Mandela en Lavapiés. En 2018, el mantero senegalés Mame Mbaye murió durante una redada en el barrio madrileño de Lavapiés a causa de un infarto. Según el Ayuntamiento, Mbaye caminaba con un amigo y se desplomó, mientras que el Sindicato de Manteros y los amigos del joven aseguraron en su momento que la caída se produjo tras una persecución policial. El caso fue finalmente archivado, pero no evitó que se produjeran una serie de protestas muy similares a las que se ven en la serie.
Lo mismo sucedía con otros episodios de la serie, como el violento operativo en el Santiago Bernabéu durante un partido del Real Madrid. En la serie los antidisturbios se las ven con los ultras del Olympique de Marsella y uno de ellos está a punto de perder la vida después de ser acorralado. En la realidad, ha habido varios partidos que han acabado con batallas campales en las inmediaciones del estadio de fútbo, aunque quizá el más reciente a la serie fuera el de los ultras polacos de Legia de Varsovia. Un violento encuentro que acabó con siete heridos, entre ellos dos policías.
Pero el guiño a la realidad no acaba ahí. En la serie la trama de corrupción empieza a avanzar a través de la inspectora que interpreta Vicky Luengo y que cree que todo va mucho más allá del caso de Adichie y el pequeño cuerpo de policías. Pero cuando empieza a tirar del hilo se encuentra con la figura de Paco Revilla, un antiguo policía con grandes contactos que está trabajando para el cuerpo de antidisturbios propagando información falsa en torno a Adichie para poner la causa a favor de los policías. Un hombre que sabe mucho más de lo que dice y que recuerda en gran medida a la figura de José Manuel Villarejo, excomisario del Cuerpo Nacional de Policía, y quien se encuentra en prisión desde noviembre de 2017 tras ser acusado de organización criminal y blanqueo de capitales.
Por si todo eso fuera poco, la serie cerraba con un gran guiño final a un evento que tiene que ver mucho con lo que está sucediendo hoy día con la presencia de antidisturbios en Ferraz y alrededores. Después de ser absueltos, el grupo de antidisturbios protagonista se encamina a embarcar en el famoso crucero Piolín, el cual transportó a un gan operativo policial designado por el Ministerio de Interior para contener los altercados del 1-O, cuando se produjo el referéndum anticonstitucional catalán. A Sorogoyen y Peña no se les escapa nada, y es solo cuestión de tiempo que pronto veamos en cine o serie algo con un gran parecido a la realidad.