¿Te imaginas una isla del norte de Europa que parece el Caribe? Es una combinación un tanto rara, pues para empezar, el clima no tiene nada que ver, pero salvando las distancias y este pequeño problema, el mar Báltico alberga una de las islas más impresionantes y especiales, no solo de Europa, sino del mundo entero. Playas paradisiacas, pueblos sacados de cuentos de hadas, cuevas, lagos y un sin fin de rincones mágicos componen este pequeño trozo de tierra que es digno de visitar.
Estamos hablando de Gotland, una isla la cual gracias todos sus encantos se la conoce como la reina del Báltico. Es la más grande de Suecia y se sitúa más o menos a mitad de camino con Estonia: una posición estratégica que explica que lleve habitada unos 8000 años, tal y como explica el libro Islas del Mundo de Lonely Planet.
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Pero esto no se queda aquí, pues Visby, su capital, constituye una de las ciudades más coloridas y bonitas del país nórdico. Gracias a sus calles empedradas y casas pintorescas, con maravillosas construcciones góticas y noches de verano largas y cautivadoras, Visby está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
“Fuera de la capital y de la temporada alta, Gotland es un lugar tranquilo y escasamente poblado que conviene explorar en bicicleta. Se puede visitar en agosto para presenciar las justas de la semana medieval; o en noviembre para la temporada de la trufa; o bien limitarse a caminar desde el mercadillo hasta alguna playa o aldea remota, admirando las vistas”, recoge el Lonely Planet.
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Fuerte influencia gastronómica
Junto a todo su conjunto patrimonial y natural, Gotland destaca por ser una de las capitales culinarias de Suecia. Esto se debe a que históricamente, gracias a su posición estratégica, su puerto era el primero en recibir toda la mercancía procedente de los demás países, entre ellas las especias y manjares exóticos. Así, la combinación entre la cocina tradicional sueca y todos estos ingredientes importados es de fama mundial.
Uno de los ingredientes que no puede faltar es el azafrán, el cual cobra un protagonismo fundamental en los postres. Uno de los platos más famosos es la saffranspannkaka, una tortita de arroz con infusión de azafrán que se sirve con nata montada y mermelada de zarzamora. A esto se le suman alimentos como el cordero, los pescados y los mariscos, y hortalizas como los espárragos. A su ve, la cerveza artesanal es otra delicatessen, pues se perfuman con plantas como el enebro. Este es el caso de la conocida como Gotlandsdricka.
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Qué hacer en Gotland
El principal atractivo de la isla es su capital: Visby. Una ciudad que no deja indiferente a nadie y que lo tiene todo para ser una de las más espectaculares de Europa. Sus calles empedradas permiten conocer todos los rincones de la localidad, los cuales están salpicados por unos bellos y vivos colores, con unas casas donde las fachadas dejan con la boca abierta.
A través de un paseo se descubren sus orígenes, los cuales se remontan hasta el siglo XII y están reflejados en los restos de varias iglesias de la época. Este es el caso de las ruinas de San Clemente, San Nicolás y Drotten, y las ruinas de la iglesia de Santa Karina con sus altos arcos. Pero si hay una que destaca sobre las demás es la Catedral de Sankta Maria, construida a finales del siglo XII. De este mismo siglo es una de las atracciones y monumentos más emblemáticos de la ciudad: sus murallas.
El recinto amurallado de Visby es una delicia, pues sus más de tres kilómetros están conservados a la perfección. El muro rodea el centro de la localidad y fue construido inicialmente para protegerse tanto de los enemigos extranjeros como de los asaltantes suecos del campo. A día de hoy se puede recorrer y disfrutar de muchas torres originales y unas vistas impresionantes, pues en algunos tramos cuenta con casi seis pisos de altura.
Igualmente, el viajero no se puede marchar sin visitar el museo Gotland donde se pueden apreciar pinturas hechas en la piedra, varios fósiles únicos o mapas, entre otras cosas. A este se le suma el Bungemusset, una colección al aire libre donde se puede conocer más sobre la vida de la isla gracias a las casas antiguas típicas del siglo XVII que incluye. Otra parada obligatoria es cueva de Lummelunda y Blå Lagunen, una laguna azul rodeada de un precioso entorno natural que en verano es uno de los lugares más impresionantes de la isla.
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Cómo llegar
La mejor forma para llegar a Gotland es en avión, pues la ciudad de Visby cuenta con aeropuerto propio con bastante tráfico de vuelos, por lo que no es difícil encontrar uno. Se recomienda cogerlo con antelación para que salga más económico y no haya ningún problema. La otra opción es hacerlo en ferry desde los distintos puertos próximos a la isla. La duración mínima del viaje suele ser de alrededor de tres horas.