El secretismo sobre la primera granja de pulpos del mundo, creada en España y con métodos “crueles”: “Es como hacer un criadero de lobos o leones”

Los métodos del criadero que se tendría que abrir en Gran Canaria, pero del que aún no hay noticias, despiertan profundas críticas, además de un debate sobre la necesidad de una macrogranja en pleno conflicto por la reducción de consumo de carne animal

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El secretismo sobre la primera granja de pulpos del mundo, creada en España y con métodos "crueles": "es como hacer un criadero de lobos o leones".

En 2018, el ministerio de Ciencia anunciaba que el Instituto Español de Oceanografía (IEO) había logrado la hazaña científica de criar pulpos en cautividad. A partir de ahí, cedía la patente de esta fórmula de trabajo a la empresa Nueva Pescanova, que anunciaba que para el año 2023 construiría en Gran Canaria algo así como una piscifactoría en la que se criarían al año más de un millón de pulpos con el único fin de satisfacer una demanda del mercado de la alimentación.

Sin embargo, el año llega a su fin y todavía no hay señales de vida de esta nueva empresa, que además ha recibido críticas contundentes. En pleno debate sobre la existencia de macrogranjas de pollos y otros animales, la aparición de una granja de pulpos sin más fin que el beneficio económico ha despertado muchas voces en contra.

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En la fundación de este nuevo criadero de pulpos surgen un problema y varias críticas. El Ministerio de Ciencia no ha respondido a las dudas de Infobae España, y ese es uno de los inconvenientes denunciados por las organizaciones medioambientales, la confidencialidad en torno a la plantación: “Es un proyecto con mucho oscurantismo, no se sabe nada de ella, se trata como un secreto de industria y apenas se sabe cómo van a hacer muchas de las cosas”, denuncian desde Ecologistas en Acción mediante su portavoz de área marina, Eneko Aierbe.

Ni Nueva Pescanova ni el ministerio han dado pistas sobre el estado actual de este criadero, pero ninguna organización ecologista es favorable a su apertura. El pulpo es un animal carnívoro y se alimenta de otros peces, de modo que su crianza en estos espacios generaría, alertan las organizaciones, una sobreexplotación muy nociva para el medioambiente con el único fin de alimentar a estos animales.

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Raúl García, coordinador de pesquería de WWF España, tiene muchas reservas sobre el proyecto: “El pulpo es un producto que se ha puesto de moda desde hace una década y hay una demanda brutal. Científicamente será un reto, pero trasladar esto a una actividad comercial nos trae serias dudas. Una especie carnívora necesita grandes cantidades de peces para crecer y la ecuación no suele salir rentable. El caso más extremo es el atún rojo: se captura salvaje y lo engordas entre seis meses y un año. Este animal necesita 14,5 kilos de alimento por cada kilo que engorda. El pulpo tiene una relación de unos tres kilos de consumo por cada uno que engorda, así que desde el punto de vista ético nos genera serias dudas”. El consumo necesario para dar salida a un millón de octópodos requiere de una pesca intensiva que las entidades tildan de dañina para los ecosistemas.

El maltrato animal contra el pulpo

Imagen de archivo de un pulpo. (EFE/Cabalar)
Imagen de archivo de un pulpo. (EFE/Cabalar)

“Tenemos que pensar qué sentido tiene criar pulpos —añade Aierbe, de Ecologistas en Acción—. Es como si criáramos lobos o leones. Si están hacinados, por mucha alimentación que se les dé, tienen necesidades de espacio y es algo incompatible con la cría. Los van a tener hacinados y ahí empezaría el maltrato. Un pulpo vive de forma aislada y es territorial”, observa el experto, contrario a la cría en cautiverio.

Apenas se han deslizado datos sobre el criadero y lo poco que ha salido a la luz ha provocado un enorme rechazo. Sarah Ison, directora de investigación de Compassion in World Farming, aclara a Infobae España algunos de los tratos que han salido a la luz, tildados con contundencia de maltrato animal: “Los pulpos serían sacrificados utilizando crueles métodos de agua con hielo, serían confinados en tanques abarrotados y estériles y estarían expuestos a luz artificial las 24 horas del día para aumentar la reproducción” entre otras cuestiones. Todo esto genera un profundo dolor en estos animales y de hecho está desaconsejado en varias especies por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

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De confirmarse este tipo de estancias, que incluso la BBC denunció en un artículo, serían muy negativas para los animales. La muerte en agua con hielo “les provocará una muerte dolorosa, estresante y lenta” al ser sumergidos en tanques de 500 litros con agua a temperatura entre cero y -3 grados, asegura Compassion in World Farming. Su confinamiento en barriles “dará lugar a un bienestar deficiente y al riesgo de agresividad, territorialismo e incluso canibalismo debido a la naturaleza solitaria de los pulpos”. Un informe de esta organización asegura que los ensayos experimentales para criar pulpos en granjas sugieren que la tasa de mortalidad en estos sistemas rondaría el 20%, lo que significa que uno de cada cinco animales no sobreviviría a todo el ciclo de producción.

Este criadero de pulpos, el primero del mundo y en aguas y suelo español, presenta dudas éticas, sostenibles y medioambientales. “La sobreexplotación de otros caladeros para alimentar a los pulpos, simplemente por el capricho del consumidor, va en contra de toda la lógica de intentar hacer consumos responsables”, aseguran desde Ecologistas en Acción, una sentencia que acompaña WWF, que no encuentra ningún aporte positivo a este criadero: “Hay muchos problemas asociados al consumo intensivo, aquí abrimos un frente nuevo que creemos innecesario, que es puramente económico y que además no aporta las herramientas necesarias para valorar su incidencia”.

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