El PP orilla las peticiones de perdonar la deuda para centrar la atención en las protestas sociales y políticas contra la amnistía

Es el momento de hacer presión. Eso es lo que piensa la Dirección Nacional del PP, que desde Génova ultima una estrategia conjunta aprovechando el fragor de la calle contra la amnistía. Todo lo demás puede esperar, como la discusión sobre la quita de la deuda, que evidencia discrepancias entre las comunidades autónomas que gobierna el Partido Popular.

Feijóo ha anunciado más de medio centenar de actos públicos para el próximo domingo, 12 de noviembre, a lo largo y ancho del país y a la misma hora. Aún quedan muchos flecos, entre ellos, la asistencia del líder del PP: el dirigente gallego podría estar presente en la protesta de Madrid por ser la más multitudinaria; o en la de Santiago de Compostela por jugar en casa; aunque sus intervenciones apuntan a la de Barcelona, por razones obvias. De hecho, está retocando su discurso respecto a Cataluña: no quiere demonizar al conjunto de catalanes por un pacto que está haciendo la parte independentista.

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Durante su discurso en la Junta Directiva Nacional del PP, que reúne a su núcleo duro, a presidentes autonómicos, alcaldes, diputados y senadores, Feijóo pidió “no caer en la trampa” de confundir el independentismo con Cataluña. Advirtió sobre los planes de Pedro Sánchez de intentar una división por bloques, por lo que su partido tenía que apostar por la “defensa” de los catalanes, a su juicio, “utilizados” como escudo por los socialistas e independentistas.

Feijóo pide a todos sus barones que no caigan en subastas, en alusión a la quita de la deuda, sobre lo que ya se pronunció en el mismo sentido la secretaria general del partido, Cuca Gamarra. La advertencia tiene sentido teniendo en cuenta que ya han aparecido las primeras discrepancias entre barones del PP, lo que disipa el foco de las protestas contra la amnistía, que ahora el PP quiere capitalizar. Desde Génova reconocen que no han sabido dimensionar el enfado de la gente en los actos territoriales del PP contra la amnistía, que se han celebrado en distintas ciudades durante los últimos fines de semana.

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El PP lo ejemplifica con el acto de este domingo en Burgos, donde cientos de personas clamaron contra la amnistía con el apoyo tanto del PP como de Vox. Tampoco echaron bien las cuentas en Valencia o en Málaga, ambos actos se quedaron pequeños, reconocen. El caso es que todos ellos trascendieron del ámbito del partido, por lo que la decisión de Génova pasa por convocar manifestaciones que trasciendan del ámbito del partido, pero que estén organizadas por el mismo.

“Hay que canalizar el rechazo a la amnistía”, admiten desde la cúpula, aún inmersa en establecer los formatos y los espacios para ello. Lo que sí que tienen claro es que van a ser manifestaciones, no actos, marcando así la diferencia los últimos mítines del PP contra la amnistía. De hecho, tanto Vox, como el resto de partidos serán bien recibidos, la temida foto de Colón ya no preocupa tanto.

Lo que sí que preocupa más son las movilizaciones sin autorización a las puertas de Ferraz, a las que ha acudido Esperanza Aguirre, que incluso ha llamado a cortar la calle. “No es nuestro modelo”, sentencian desde Génova. Hay diferencia de opiniones sobre estas protestas espontáneas. Mientras que el presidente murciano, Fernando López Miras, no solo las rechaza, sino que las condena, otros barones, como Jorge Azcón o Paco Núñez se muestran compresivos con los manifestantes y no se pronuncian sobre la autorización de las protestas.

Por ello, el Partido Popular quiere redirigir esa indignación social a manifestaciones autorizadas convocadas por su partido, tanto para beneficiarse de ese liderazgo como para evitar el ruido mediático en su contra que generan las de Ferraz. Por eso, desde el PP insisten, sus actos son abiertos a cualquier ciudadano, organización o partido, lo que incluye tanto a Vox como al PSOE.

Desde la Dirección Nacional del PP aseguran que no habrá división del partido en el reparto de fondos, y abogan por esperar a las particularidades de los acuerdos de Pedro Sánchez al respecto, a partir de ahí, se establecerá una respuesta común. El Partido Popular intenta orillar las distintas peticiones sobre la quita de la deuda, teniendo en cuenta que, después de Cataluña, son dos comunidades del PP las que más se beneficiarían del perdón de la deuda con el FLA: la Comunidad Valenciana y Andalucía.

De hecho, al cierre del acuerdo entre Sánchez y ERC para la condonación, el presidente andaluz, Juanma Moreno, se adelantó a pedir 17.800 millones para Andalucía y un fondo para recuperar 15.000 millones, mientras que el valenciano, Carlos Mazón, no descartó la posibilidad de acogerse a esta medida, aunque sin atreverse a mencionarla directamente.

Este lunes, los presidentes autonómicos que se reunieron en Génova hablaron sobre financiación autonómica, confirma un barón presente en la reunión, que no ha querido dar más detalles sobre la conversación. Otra fuente presente en el encuentro de los populares también elude pronunciarse al respecto, “esto no va de financiación, no va de qué hay de lo mío”, advierte. El Partido Popular no quiere interrumpir el ruido que están generando las protestas contra la amnistía.

Sin embargo, algunos presidentes autonómicos, como Alfonso Fernández Mañueco, ya se mostraron públicamente a favor de la convocatoria de un Consejo de Política Fiscal y Financiera para decidir multilateralmente sobre la quita de la deuda, de hecho, a través de un Consejo de Gobierno extraordinario, anunció que llevarían a los tribunales la amnistía. En cambio, Fernando López Miras, firmó su rechazo a sumarse a las “migajas de rebote” de una negociación bilateral entre Sánchez y los independentistas. Cada uno tiene su estrategia, incluso los que no son presidentes autonómicos, como Paco Núñez, que ofreció este mismo lunes un trato a Page para intentar frustrar la investidura de Pedro Sánchez.