La extrema derecha sigue calentando las calles tras los disturbios de este lunes en la sede nacional del PSOE, en la calle Ferraz. Santiago Abascal ha anunciado una querella contra el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, y contra el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, por las cargas policiales de la última jornada de protestas. Los manifestantes han intentado saltarse el cordón de seguridad para acceder al interior del edificio y los agentes han respondido con pelotas de goma y gases lacrimógenos para dispersar la concentración. El presidente de Vox, que ha secundado las protestas, ha llamado a la insurrección policial al pedir a los efectivos de la UIP no cumplir “órdenes ilegales”.
Santiago Abascal ha acusado al PSOE de “enviar alborotadores” a la manifestación contra la amnistía convocada por Revuelta, una plataforma de jóvenes afín a la extrema derecha. La cúpula de Vox ha aupado las protestas frente a las sede nacional de los socialistas, donde han sido detenidas tres personas. La policía ha justificado el uso de gases lacrimógenos y pelotas de goma por los ataques de unas 200 personas de “estética ultra”. La extrema derecha había ensalzado la respuesta violenta de los agentes en otras manifestaciones de contenido independentista o progresista.
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El líder de Vox, que este martes se ha reunido con los vicepresidentes autonómicos de su partido, ha señalado en una rueda de prensa posterior que el Ministerio de Interior decidió desplegar contra los manifestaciones recursos como los gases lacrimógenos, algo “insólito” en los desórdenes públicos. La marcha contra la amnistía de este lunes no estaba debidamente comunicada y no contaba con la autorización de la Delegación del Gobierno en Madrid. La Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como ley mordaza, contempla sanciones para los organizadores de la manifestación en caso de que resulten identificados. Este texto ha sido aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Santiago Abascal, que ha acudido junto a otros dirigentes del partido ultra a la sede nacional del PSOE, abandonó la concentración por una calle paralela cuando empezaron los disturbios. El jefe de Vox, además de llamar a la rebelión policial, ha cargado duramente contra el presidente del Gobierno en funciones. “Pedro Sánchez es un aprendiz de tirano, ordena a la policía dar porrazos contra el pueblo que protesta legal y pacíficamente”, ha añadido. El PP se ha desmarcado de la convocatoria, pero no ha condenado los hechos y ha acusado al Gobierno de tratar a los manifestantes “como si fueran CDR”.
Feijóo no condena los disturbios
El PSOE ha recomendado que todas las sedes del partido paralicen su actividad esta tarde ante la cascada de disturbios y ataques de los últimos días. El líder de Vox ha anunciado más “manifestaciones institucionales” y se ha dirigido en varias ocasiones a los agentes, aunque los sindicatos policiales han defendido la actuación de las UIP e insisten en el “cumplimiento de la ley”. “Marlaska pretende criminalizar las movilizaciones y quiere enfrentar a la Policía contra su pueblo”, ha sostenido Abascal. El líder de Vox ha pedido a los policías que “no cumplan órdenes ilegales” y ha anunciado “acciones judiciales” contra la bancada socialista.
El Partido Popular, por su parte, ha reprochado al Gobierno en funciones la actuación de los agentes. “Nuestro apoyo a los agentes es compatible con nuestra crítica a los mandos del Ministerio del Interior socialista”, han señalado fuentes del partido, que han evitado condenar los disturbios. Horas antes de la concentración, el expresidente popular, José María Aznar, lanzaba un contundente mensaje para caldear el ambiente: “El que pueda hacer, que haga”. En términos generales, Génova se ha desligado de las protestas, aunque algunos cargos de la formación, como Esperanza Aguirre, se han dejado ver frente a la sede de los socialistas.
El PSOE ha salido en masa a condenar los hechos. El presidente del Gobierno y secretario general del partido, Pedro Sánchez, ha publicado un tuit para solidarizarse con “la militancia socialista que está sufriendo el acoso de los reaccionarios”. Los miembros de la Ejecutiva Federal y algunos líderes territoriales, como Salvador Illa (PSC), María Chivite y Emiliano Gracía-Page se han sumado a los reproches. Este último, crítico con la amnistía, ha cuestionado a los votantes que “de forma violenta” quieren apropiarse de la “indignación ciudadana” y ha animado a los españoles a “mostrar su indignación de forma pacífica y serena”.