Fernando Alonso y Checo Pérez protagonizaron una batalla espectacular, que ya ha pasado a la historia de la Fórmula 1, este domingo en el Gran Premio de Brasil. El español trató por todos los medios de arrebatarle el tercer puesto al mexicano. Y lo consiguió, aunque no pudo cantar victoria hasta la última vuelta de la carrera. Más concretamente, hasta la mismísima línea de meta. Tal fue la espectacularidad de la pugna entre el Aston Martin y el Red Bull, con el primero superando al segundo cuando la prueba agonizaba y aguantando estoicamente la posición. Lo logró por apenas 53 centésimas.
La escena fue de las que hacen afición por el Gran Circo, significando el octavo podio de la temporada para Alonso y su nuevo equipo. En un momento en el que parecía que los verdes habían tocado fondo, en un decrecer continuo de un tiempo a esta parte, volvieron a resurgir de la mano de su líder. Con esta tercera plaza en Interlagos, donde consumó sus dos títulos en la F1, Magic ha vuelto a disparar la euforia. Esas expectativas de aún mayor mejoría competitiva en 2024 y de la ansiada victoria 33 en el Mundial, que parecían de capa caída últimamente, reaparecen ahora por todo lo alto.
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Al subir al cajón por ocasión número 106 a lo largo de su trayectoria, Alonso ratifica una vez más su condición de leyenda del deporte rey del automovilismo. Ahora mismo, el asturiano se encuentra empatado con otro mito, el francés Alain Prost. Por delante, están los alemanes Sebastian Vettel y Michael Schumacher, con 122 y 155, respectivamente, y uno de sus excompañeros, el británico Lewis Hamilton. Él encabeza la clasificación histórica de podios, con 197.
Muchos se han acordado de otra lucha de titanes en la que Alonso salió airoso. Ocurrió en Imola 2005, con un integrante de la lista anteriormente mencionada, Schumacher, de por medio. Hasta el propio interesado acepta la comparación, aunque entonces lo que se apuntó fue una victoria. Eso sí, hace unas horas se sentía como si hubiese logrado una. Y lo dejó claro cuando el damnificado por su enésimo ‘truco de magia’ se presentó a su lado.
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Así reaccionaron Alonso y Pérez tras su duelo sin cuartel
Alonso se encontraba atendiendo a una televisión tras su actuación para el recuerdo cuando, de repente, alguien empezó a masajearle los hombros. Al darse la vuelta, tenía delante a un sonriente Checo Pérez, y ambos no lo dudaron ni un instante: se fundieron en un abrazo. Con varias palmadas en la espalda entre los dos y una pequeña charla, de la que apenas se pudieron distinguir dos “enhorabuena”, el ovetense volvió junto al micrófono radiante de felicidad.
“Está contento, pero le he dicho que no me someta a este estrés nunca más. Ya no tengo 20 años”, explicó Alonso entre risas. Más tarde, atendiendo a DAZN, ahondó en esa charla con Pérez. “Me dijo que buena carrera, que se había divertido, que había sido muy limpia la lucha y que enhorabuena. Que ojalá tengamos más. Y le dije que nunca más se le ocurra ponerme bajo esa presión, que ya tengo una edad”, sentenció.