El día a día de Rodolfo Sancho ha cambiado drásticamente en los últimos meses. Hasta el pasado mes de agosto, el rostro del reconocido actor español brillaba por sus papeles en el mundo de la interpretación. Pero ahora esta parte de la historia ha quedado empañada y su nombre y el de su hijo, Daniel Sancho, copan los titulares de la prensa nacional e internacional por una amarga realidad.
El que fuera Nicolás Medina Prieto en Al salir de clase acostumbraba a llevar una vida alejada de los focos mediáticos. En el seno de su intimidad comparte vida con Xenia Tostado, la también actriz de Sin senos no hay paraíso, con quien mantiene una relación de hace casi dos décadas. Los dos han formado una familia de tres con la llegada de Jimena, su primera hija en común, y viven felizmente en la isla de Fuerteventura.
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Sin embargo, sus vidas han dado un giro de 180 grados tras conocerse que el hijo mayor del intérprete, Daniel Sancho, se encuentra detenido en Tailandia, donde ha sido acusado de presuntamente haber matado y descuartizado a Edwin Arrieta en la isla de Koh Phangan. El joven de 29 años, fruto de su relación con Silvia Bronchalo, fue detenido el pasado 5 de agosto tras haber confesado cómo asesinó al cirujano colombiano.
Desde entonces, el rostro de Rodolfo Sancho se encuentra en el centro del huracán. Su destacado papel en el mundo cinematográfico ha quedado en un segundo plano y, ahora, su día a día tiene un objetivo diferente: ayudar a su primogénito en todo lo que pueda para evitar que este enfrente la pena de muerte –según las leyes tailandesas, el asesinato se condena con la pena máxima–.
Herencia familiar
Su padre, Félix Ángel Sancho Gracia, conocido popularmente como Sancho Gracia, fue un exitoso actor en su época gracias a sus destacados papeles, como el de Curro Jiménez. Una razón por la que, tal vez, su hijo quiso seguir sus pasos y se lanzó al mundo de la interpretación, donde también alcanzó una gran popularidad.
Su trayectoria empezó en la década de los 90 y, desde entonces, participó en diferentes series de televisión y películas, como Hermanos de leche o Muertos de risa. Poco antes de alcanzar la fama, Rodolfo Sancho tuvo una relación amorosa con Silvia Bronchalo, a quien conoció en la escuela de interpretación.
Los dos jóvenes, que en aquel entonces tenían 18 años, estaban más que enamorados, tanto que, meses después de comenzar su noviazgo, decidieron tener su primer hijo en común, Daniel Sancho. Sin embargo, las cosas no llegaron a buen puerto y ambos tomaron caminos diferentes.
El actor se volcó por completo en su carrera profesional y, poco a poco, se convirtió en un rostro habitual de la ficción televisiva española. Rodolfo formó parte de míticas series, como Hospital Central, MIR, Isabel o La señora, y ha sido galardonado con numerosos premios, como Mejor interpretación masculina, Mejor Actor de TV o Mejor Actor Latino.
Uno de sus últimos estrenos fue Delfines de Plata, una película con la que el actor regresó a la gran pantalla. Pese a que el film vio la luz el pasado 28 de julio en los cines, su inauguración se ha visto solapada por el caos mediático que rodea a su hijo.
Una infancia feliz
Sancho Gracia conoció el amor de su vida, Noelia Aguirre Gomensoro, cuando esta viajó desde Uruguay para entrevistar estrellas de gran relevancia en España. Fue un flechazo en toda regla y, poco después de conocerse, pasaron por el altar para sellar su amor.
La hija del periodista, diplomático uruguayo y director del diario El País en Uruguay, Martín Aguirre Rodríguez-Larreta, y el intérprete formaron una familia con la llegada de Rodrigo, Rodolfo y Félix. Dada la gran amistad que Sancho Gracia compartía con Adolfo Suárez, este se convirtió en el padrino de la pareja de Xenia Tostado.
La trascendencia de Gracia le permitió labrarse un hueco en el mundo de la interpretación, algo que disparó su proyección económica y lo convirtió en uno de los hombres más afamados de la época. Su familia gozaba de una gran reputación en los círculos de la élite madrileña.
Sus veranos transcurrían en Campoamor, Murcia, donde solían acudir acompañados de la familia de Adolfo Suárez. Sin embargo, su lugar preferido era Galicia, debido a que esta era la tierra del patriarca del clan.
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De los tres hijos, solo Rodolfo siguió los pasos de su padre en la interpretación. Una realidad que también ha tocado de cerca Rodrigo, quien es guionista y director cinematográfico. Por su parte, Félix, del que apenas se conocen detalles, ha llevado una vida alejada de los focos, decantándose por la ingeniería, su profesión.
La relación de los tres hermanos siempre ha sido buena y prueba de ello es que todos hayan estado presente en cada uno de los homenajes que se han hecho en honor a su padre desde su fallecimiento en 2012. De hecho, los tres se encuentran unidos en estos difíciles momentos para la familia, marcada ya para siempre por el presunto asesinato de Daniel Sancho.