La herencia de una casa en proindiviso: ¿se puede dividir entre los herederos?

Heredar un bien capital no causa los mismos problemas que heredar un bien que no se pueda dividir tan fácilmente. Es en estos casos cuando se recurre al artículo 404 del Código Civil para poder recurrir a manos de la justicia

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Cuando se va a cobrar una herencia, se puede recibir de muchas maneras, incluso en efectivo. Sin embargo, para poder recibir el pago de una herencia en metálico hay que cumplir ciertos requisitos

El problema del proindiviso en las herencias ha afectado a la gente desde tiempos de Roma. En aquel entonces, ya se tomaban medidas legales para resolverlo. Hoy en día, sigue siendo una dificultad para aquellos que experimentan este tipo de situaciones. Por esta razón, queremos ahondar sobre este asunto. En este artículo te explicamos qué es el proindiviso y cómo se puede poner fin a esta situación.

El proindiviso se da cuando varias personas son propietarias de un mismo bien. Es decir, cuando ninguna de ellas posee la propiedad completa sobre un bien y debe compartirlo con otras. Un ejemplo en el que esta situación aparece es en divorcios y las herencias. En este artículo dejaremos a un lado el caso de los divorcios, para centrarnos en las sucesiones.

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En muchas ocasiones, tras el fallecimiento de los progenitores aparecen conflictos por la herencia. Es muy frecuente que si el Testador tenía viviendas a su poder, estas sean repartidas por varios miembros de la familia sin poder. En el caso de heredar un bien capital, no existe tanto problema, ya que se divide en partes iguales y queda cerrado el caso. Sin embargo, cuando se trata de una casa, esta no se puede dividir, por lo que da lugar al problema del proindiviso en la herencia.

Es en estos casos, en los bienes proindivisos, ninguna de las partes puede asumir decisiones sobre él unilateralmente. Para hacerlo deben ponerse de acuerdo con todas las demás que son copropietarias. El problema ocurre cuando en un lado no pueden dividirse este tipo de bienes y, por otro lado, ninguna de las partes puede imponer su propósito a las demás. En el momento en el que los herederos no quieren lo mismo para el bien proindiviso, surge el problema.

Las distintas partes herederas deberán ponerse de acuerdo

Tan sencillo como llegar a un acuerdo entre todas las partes. Pero, no en todos los casos, suele ser tan rápido. Debido a que este tipo de bienes suelen ser viviendas, es posible llegar a un acuerdo sobre el usufructo de ella repartiendo su uso. De cualquier modo, si no se llegase a un acuerdo, tal y como indica el artículo 400 en el Código Civil, para estos casos cualquiera de ellos podría solicitar que se divida el bien común. Para ello, se deberán abonar los impuestos correspondientes como el Impuesto de Donaciones, la Plusvalía Municipal y el Impuesto de Sucesiones.

Sino se llega a ningún
Sino se llega a ningún acuerdo, tendrán que dejarlo en manos de la justicia (FreePik)

Si aun así no se llega a ningún acuerdo, una de las partes podrá forzar el pacto pagando a la otra parte de los herederos, la parte correspondiente y así tener unificado todo el poder. A esto se le llama extinción de condominio y una contraprestación económica a cambio de disfrutar de la totalidad del bien de indiviso en herencias.

La última opción siempre es ir a tribunales

El artículo 404 del Código Civil establece que en caso de desacuerdo entre las partes en un bien proindiviso heredado que no pueda dividirse, cualquiera de ellas puede recurrir a la justicia. Si los copropietarios no llegan a un acuerdo o uno de ellos no compensa a los demás por su parte, el bien será vendido y el producto se repartirá entre ellos.

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Este proceso comienza con una subasta judicial, la cual no requiere la presencia obligatoria de un abogado o procurador desde 2015, aunque los expertos siempre recomiendan contar con asesoramiento legal. Es importante tener en cuenta que la preparación legal de este proceso comienza mucho antes de llegar a la fase judicial. Por ejemplo, se debe presentar en el juzgado el pliego de condiciones de la subasta, el cual debe ser acordado entre las partes. Su redacción requiere de un servicio profesional de un abogado especializado en derecho penal o civil, ya que cualquier error en esta etapa puede ser crucial para el desarrollo del proceso.

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