“No estamos contentos con nuestro nivel de forma actual, pero, como dije hace varias carreras, este equipo tenía 250 personas hace dos años y ahora estamos en la transición hacia el futuro, con 800 personas, una fábrica nueva, siete podios y 200 puntos más que el año pasado. No estamos contentos con nuestro nivel, pero tampoco debemos ser muy dramáticos cuando hemos tenido una supertemporada en 2023″. Fernando Alonso no esconde que le gustaría ser más competitivo en esta recta final del Mundial de Fórmula 1. Tampoco, y eso pesa en mayor medida, que Aston Martin ha dado un salto de calidad inmenso desde su llegada al equipo. Aun así, hay una diferencia abismal entre el botín amasado por el bicampeón del mundo español en las nueve primeras carreras de 2023 y el que ha podido recaudar en las diez siguientes.
Antes del Gran Premio de Brasil que se disputa este fin de semana, Alonso marcha cuarto en la clasificación de pilotos, con 183 puntos. Son los mismos con los que cuenta su más inmediato perseguidor en la tabla, curiosamente el otro español de la parrilla: Carlos Sainz. Mientras que el madrileño ha ido de menos a más a lo largo del curso, con la segunda victoria de su trayectoria en la F1 incluida, al asturiano le ha sucedido todo lo contrario. Ahí están los datos para corroborar el bajón.
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De un arranque fulgurante a un estancamiento notorio
Aston Martin sorprendió a propios y extraños en los primeros compases de la competición, con Alonso como protagonista de todos sus éxitos. Para empezar, sumó tres terceros puestos consecutivos: Baréin, Arabia Saudí y Australia, sumando 15 puntos por partida triple. Volvió a acariciar el podio en Azerbaiyán, donde concluyó cuarto, haciéndose con 12 puntos. Escaló de nuevo al tercer cajón en Miami, así que llegaron 15 puntos más.
Alonso subió la apuesta en Mónaco, donde acarició la victoria 33 más que nunca esta campaña: fue segundo, llevándose 18 puntos. Tras descender hasta el séptimo lugar en España, con seis puntos como premio, se hizo con una segunda plaza más en Canadá, por lo que cayeron otros 18 puntos. En Austria, acabó quinto, lo que le otorgó 10 puntos. Por tanto, el líder de Aston Martin recopiló 131 puntos en el primer tramo mundialista: también fue sexto, con tres puntos, y quinto, con cuatro, en las carreras al sprint de Azerbaiyán y Austria, respectivamente.
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A partir de entonces, se inició el descalabro. Alonso quedó séptimo en Gran Bretaña, añadiendo seis puntos a su casillero. En Hungría, terminó noveno, con dos. Bélgica fue algo mejor, ya que fue quinto, sinónimo de 10 puntos. Los Países Bajos le dieron su última alegría por ahora, con una segunda posición que le permitió hacerse con 19 puntos. En Italia, bajó hasta la novena plaza, y apenas sumó dos puntos. En Singapur, se quedó a cero por ser decimoquinto.
En los cuatro últimos Grandes Premios, a Magic han seguido sin irle bien las cosas: octavo en Japón, con cuatro puntos; sexto en Catar, con ocho, y dos abandonos seguidos en Estados Unidos y México. Hablamos de 52 puntos en lo que va de segunda mitad de este campeonato, con un punto adicional en el sprint de Catar. En definitiva, Fernando Alonso ha hecho acopio de casi el triple de puntuación menos desde que su monoplaza verde empezó a ser superado por la competencia de forma regular.