La Agencia Tributaria ha puesto en marcha la simplificación del lenguaje que utiliza en sus comunicaciones con los contribuyentes para eliminar barreras de comprensión y minimizar las cargas administrativas indirectas de los ciudadanos, facilitando así el cumplimiento voluntario, según ha anunciado este jueves el secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón.
En una nota de prensa posterior, el Ministerio de Hacienda ha explicado que la Agencia Tributaria ha modificado hasta ocho modelos de comunicación y notificación al contribuyente que utilizan distintas áreas de la Agencia en sus documentos más habituales. Lo que se persigue, según Gascón, es que cuando le llegue al ciudadano una comunicación de la Agencia Tributaria “pueda fácilmente entender de qué trata sin perjuicio de que el documento tenga que reunir todos los requisitos jurídicos y legales correspondientes por tratarse de un acto administrativo”.
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Estas revisiones en las comunicaciones, que se irán implementando paulatinamente en los próximos meses, alcanzarán a más de 3,7 millones de documentos al año, según ha apuntado Gascón. En concreto, las modificaciones afectan a los requerimientos de documentación de IRPF; las propuestas de liquidación y liquidaciones provisionales del mismo impuesto; diligencias de embargo por deudas de terceros -de créditos y de salarios y pensiones-, y las declaraciones en Aduana por importaciones de pequeño valor, principalmente compras por internet, así como a los documentos de representación y de derechos y garantías del contribuyente que acompañan a algunos de estos documentos.
Esta clarificación en las comunicaciones al contribuyente implicará desde el acortamiento de la longitud de algunas cartas, a la reducción de la sobrecarga de información y la diferenciación de la información relevante. Así, se rediseña la forma en que se muestra la información al ciudadano en estas comunicaciones y notificaciones, de manera que en su primera página se incluye ahora un nuevo resumen informativo con la información básica de cada documento: qué recibe el ciudadano, por qué lo recibe, qué debe hacer a partir de su recepción y dónde puede obtener ayuda y resolver sus dudas.
El cuerpo de los documentos y sus anexos también se han revisado, introduciendo un nuevo diseño con elementos gráficos para diferenciar los distintos apartados, y un tamaño de letra que facilita la lectura. De igual forma, se han revisado los elementos de redacción más complejos a favor de la concisión y la accesibilidad. En algunos documentos esto ha llevado, a su vez, a una reducción del contenido global.
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Así, por ejemplo, la nueva diligencia de embargo de créditos pasa a tener 700 caracteres menos y las caras con contenido efectivo pasan de once a seis. De igual forma, el anexo de la diligencia de embargo de sueldos, salarios y pensiones pasa de tres caras a dos y, en ambos casos, se mejora la secuencia de contestación del contribuyente y los pasos a seguir para dar respuesta a estas diligencias. Las modificaciones llevadas a cabo en los documentos de la Agencia están ya definidas y sólo están pendientes de implementar informáticamente.
Asistencia personalizada
De manera complementaria a todas estas mejoras, Hacienda ha explicado que está previsto que el receptor de los nuevos documentos tenga la posibilidad de obtener, en determinados casos, asistencia directa y personalizada de la Agencia Tributaria mediante un sistema de ayuda a través de las Administraciones de Asistencia Digital Integral, las ADI.
“Con este proyecto en curso, la Agencia Tributaria sigue avanzando en una estrategia de facilitación del cumplimiento tributario mediante un modelo en el cual a cada necesidad del contribuyente se asocian unos servicios de asistencia por parte de la Agencia, de forma que sea el ciudadano el que decida cómo quiere o necesita ser atendido”, subraya el Ministerio.