El precio de la vivienda no toca techo. Ni el encarecimiento de las hipotecas ni las mayores exigencias de los bancos al conceder créditos hipotecarios consigue frenar el coste de la vivienda de segunda mano, que cerró octubre con un incremento interanual del 8,31%, según datos de pisos.com. Esta última subida ha colocado el precio del metro cuadrado en 2.120 euros, un 1,49% más que en septiembre.
En todas las comunidades autónomas se ha encarecido la vivienda a pesar de que “los planes de compra se paralizan ante unas condiciones hipotecarias poco atractivas y unos precios que marcan una cuota mensual a la que es difícil responder sin cierto riesgo”, señala Ferran Font, director de Estudios de pisos.com. Considera que la corrección y el estancamiento de los precios tardará en llegar y que 2023 “todavía cerrará con un porcentaje positivo”.
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María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, sí ve que se está produciendo una estabilización de los precios: “Aunque la cifra de subida interanual es significativa se confirma la tendencia de ralentización del ritmo de crecimiento del precio de la vivienda de segunda mano”. A su juicio, atrás quedan las mayores variaciones mostradas de la última década y el precio “comienza una etapa de búsqueda de estabilización tras la aceleración provocada por la subida de tipos de interés”.
Bajada de precios descartada
La experta incide en que la moderación en la subida “no significa que el precio vaya a mostrar caídas” y no espera bajadas a nivel nacional debido al gran desequilibrio que existe entre la oferta de vivienda y la demanda, al déficit productivo de obra nueva y vivienda social y al intenso interés por comprar proveniente de un perfil solvente e inversor en el mercado.
Por ello, Font indica que una forma de equilibrar el mercado y reducir la tensión en los precios sería “proyectar más oferta”. En su opinión, “la presión de la demanda en ciertas localizaciones, empuja al alza las operaciones sin hipoteca, dejando a los compradores que necesitan financiación pocas opciones para elegir”.
La escasa oferta y los elevados precios hacen que “se estreche el embudo de la accesibilidad a la compra y los efectos se notan en el alquiler”, argumenta Font. Reconoce que “en muchas ciudades ahora se pide por arrendar una habitación lo que hace relativamente poco se pedía por un piso completo”.
Baleares y Madrid, las comunidades más caras
El informe elaborado por pisos.com recoge que las comunidades con las viviendas más caras son Baleares, donde el precio del metro cuadrado se paga a 4.162 euros, Madrid, donde el coste sube hasta los 3.617 euros, y País Vasco, con 3.049 euros. Mientras que la región más barata es Extremadura, donde el precio del metro cuadrado alcanza los 811 euros, algo menos que en Castilla-La Mancha, con 875 euros, y Castilla y León, con 1.213 euros.
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Respecto a las capitales de provincia, las subidas interanuales más elevadas se produjeron en Santa Cruz de Tenerife, con una escalada del 19,22%, Málaga (18,94%) y Lleida (18%). Las que más bajaron fueron Vitoria (-3,92%), Zamora (-2,76%) y Toledo (-2,66%).
Donostia-San Sebastián es la capital de provincia donde más se paga por el metro cuadrado, 6.160 euros, seguida por Madrid (4.874 euros) y Barcelona (4.620 euros). En la parte opuesta del ranking se coloca Jaén, como la capital más asequible para comprar vivienda, 1.150 euros el metro cuadrado, seguida por Ciudad Real, que se cotiza a 1.188 euros, y Zamora, a 1.193 euros.