Así es Cudillero, la villa marinera que ganó el galardón de Pueblo Ejemplar de Asturias y es el más bonito del principado

Cudillero se encuentra a escasos 60 kilómetros de la ciudad Oviedo y, de entre todas las particularidades que describen al pueblo, quizás sean la belleza y la invisibilidad las dos características más reseñables. En este sentido, y a pesar de que puedan parecer dos términos contradictorios, lo cierto es que ambos conceptos apuntan directamente a la esencia de este municipio.

Así, de entre todas las villas marineras que hay en Asturias, Cudillero es la única que no se ve desde la tierra ni desde el mar. En este sentido, este emplazamiento se esconde en un recodo natural cobijado entre las laderas de altas colinas. Las aguas del cantábrico humedecen sus tierras, mientras que las coloridas casas que conforman el pueblo se reflejan entre sus aguas. Es en este encuadre de donde surge una de las postales más bellas del Principado de Asturias. Y es que, para muchos, Cudillero es el pueblo más bonito de Asturias.

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A pesar de su pequeño tamaño, Cudillero cuenta con varias edificaciones y lugares de visita obligada. Los distintos colores que ambientan este espacio son una de las posibles razones que explican por qué recibió el galardón de Pueblo Ejemplar de Asturias. Estos son algunos de los lugares más destacados:

• La capilla del Humilladero: se trata de una obra medieval de pequeñas dimensiones cuyo origen se remonta al siglo XII. Se caracteriza por un estilo gótico, aunque ha sido modificado en varias ocasiones. Es en este emplazamiento donde antiguamente se exponía a los reos antes de ajusticiarlos.
• El conjunto palaciego de los Selgas: es el secreto arquitectónico mejor guardado de este pueblo. El palacio atesora una importante colección de obras de autores como Goya, Tiziano o El Greco. Paralelamente, también alberga nueve tapices delos siglo XVI y XVII procedentes de las manufacturas de Bruselas.
• El faro de Cudillero: no hay pérdida para llegar a él. Se llega caminando desde las escaleras que nacen en el Puerto Viejo y que suben hasta la Punta Roballera.

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Considerando las condiciones geográficas en las que está emplazado este pueblo, cabe destacar otro de sus principales atractivos: sus vistas. Para disfrutar del pueblo desde todos los ángulos, la villa propone tres rutas de miradores marcadas por tres colores distintos: el rojo, el azul y el verde.

El mirador de la Garita-Atalaya, es el más famoso y desde el que mejor se pueden apreciar las características del pueblo. Por su parte, la estampa presenta por el mirador de Cimadevila o el del Contorno también ofrecen una imagen que se asentará también en el recuerdo de todos los visitantes.

Como en todo el Principado de Asturias, la gastronomía y la restauración son uno de sus principales atractivos. De esta forma, a sus imponentes parajes y emplazamientos, se les suma el atractivo culinario. Por ejemplo, el pixin, que puede comerse frito, a la brasa o bañado en sidra, es uno de sus platos típicos. Pero esto es sólo el principio. También se recomienda probar el cachopo, los mejillones o las zamburiñas. Por último, no se puede abandonar Cudillero, ni ninguna otra tierra asturiana, sin haber bañado el paladar en sidra.