Las tiaras de la Casa Real que Leonor ya puede utilizar al cumplir 18 años

Este martes 31 de octubre la princesa Leonor jura la Constitución ante el Congreso de los Diputados, revalidando así su posición como heredera al trono de España y emprendiendo una nueva etapa de su vida que no llega sola. Es un día doblemente especial para la primogénita de los reyes Felipe y Letizia, pues cumple además en este día 18 años, una cifra que la convierte en mayor de edad y le da acceso a un privilegio al que no suelen tener acceso quienes no han soplado este número de velas.

Se trata del uso de las tiaras, esas imponentes piezas de joyería cuajadas de piedras preciosas y con una cuidada orfebrería que adornan, generación tras generación, las cabezas de las mujeres de las casas reales. En el caso de la institución española, casi todas pertenecen al joyero familiar, que está reservado en exclusiva para las reinas, princesas e infantas españolas.

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Si bien será la propia Leonor quien decida cuándo y dónde lucirá su primera tiara, sí que se pueden adelantar los 7 modelos entre los que puede elegir y que su madre, Letizia, ya ha llevado con anterioridad.

La Tiara Floral es, sin lugar a duda, una de las preferidas de la reina Letizia, sino la que más. Se trata de una pieza bonita y ligera con gran versatilidad, pues como ha demostrado en estos años, se puede lucir tanto de manera clásica, es decir, como tiara, o como una diadema. Además, sus piezas se pueden desmontar, pudiéndose lucir las flores en una gargantilla o como broches.

Aunque no se sabe con certeza su origen, sí se conoce que fue creada en Rusia en el siglo XIX. Llegó a la familia española en el año 1962, pues fue un regalo del dictador Francisco Franco a la reina Sofía con motivo de su boda con Juan Carlos I.

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Esta pieza es la más representativa de la casa real, pues tanto la reina Sofía como la reina Letizia la han lucido en incontables ocasiones. Fue un encargo de Alfonso XIII a la joyería Ansorena (de ahí que su otro nombre sea precisamente ese) para su futura mujer, Victoria Eugenia. Está confeccionada con diamantes engastados en platino que dan forma a tres flores de lis, símbolo de armas de la casa Borbón, una flor más grande cuajada con dos diamantes de mayor envergadura.

En su testamento, la reina y abuela de Juan Carlos I la incluyó en las joyas de pasar, haciendo así que se quedase dentro de la familia. Letizia la lució por primera vez en 2017 con motivo de la visita del por entonces presidente de Argentina, Mauricio Macri, junto a su esposa, Juana Awada.

La Tiara Princesa es la única que pertenece a Letizia, pues fue un regalo que Felipe le hizo con motivo de su quinto aniversario de boda. Letizia no la llevó hasta seis años más tarde, sin embargo, durante el 75º cumpleaños de la reina Margarita de Dinamarca.

Esta alhaja imita a una flor de lis, está realizada en oro blanco y decorada con 450 brillantes y perlas. También fue confeccionada por la joyería Ansorena.

Creada en el año 1913 para la princesa Victoria Luisa de Prusia, hija del káiser Guillermo II y abuela de la reina Sofía, la Tiara Prusiana fue la elegida por Letizia para el día de su boda. Está confeccionada con platino y diamantes y tiene una curiosa combinación de hojas de laurel y una greca griega.

Esta llamativa pieza fue creada para la reina Victoria Eugenia en el año 1907. Esta se la terminó regalando a su hija María Cristina, quien años después se la vendió a su sobrino, el rey Juan Carlos, para regalársela a su mujer, la reina Sofía. Está realizada con perlas y diamantes y su diseño está basado en motivos egipcios.

Esta impresionante joya fue creada para la madre de Alfonso XIII, la regente María Cristina, y está inspirada en los tocados rusos, de ahí su nombre. Está realizada en diamantes, platino y perlas y es una de las más espectaculares de la colección.

De todas ellas, La Chata parece ser la menos favorita de Letizia, y es que solo la ha llevado una vez, en 2007. Se llama así por una de las hijas de la reina Isabel II, la infanta María Isabel, a quien se la regalaron en 1867. Su diseño está inspirado en el mar, pues representa la espuma, las olas y las conchas con sus perlas.