El índice de precios armonizado (HICP) avanzado este martes por Eurostat podría denotar un cambio de tendencia en la comparación entre la inflación de España y la del resto de los países del euro. El avance del 2,9% interanual en el mes de octubre en la zona euro supone una notable caída de 1,4 puntos porcentuales respecto a septiembre y contrasta con la cifra de España, 3,5%, que suma tres décimas al dato del mes anterior y se sitúa por encima de la media por primera vez en trece meses.
El descenso de la tasa en la eurozona se debe, sobre todo, a una caída del 11,1% en el precio de la energía, más del doble de la que se produjo en septiembre. Además, el encarecimiento de los alimentos no procesados fue del 4,5%, 2,1 puntos por debajo del dato del mes anterior. También se encarecieron menos los servicios y los bienes industriales.
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Debido a que los datos son solo un avance, no están disponibles los distintos componentes de la cesta de la compra por países. Sin embargo, el dato publicado este lunes por el INE hace prever que el motivo de la mayor tasa en España resida en parte en el precio de la electricidad y en el efecto base derivado de comparar con la fuerte bajada de la misma en octubre de 2022 en España. Otro motivo probable es que el precio de los alimentos se esté resistiendo a bajar más que en la media europea, como ya se observó en septiembre, mes en el que la inflación interanual de estos productos en España se situó por primera vez en un año ligeramente por encima de la media de los 27.
Más allá de lo que suceda en los últimos meses del año, las previsiones apuntan a que la inflación media de este año será más alta en la zona euro que en España. Por ejemplo, el FMI estimó a mediados de octubre una inflación media del 3,5% para España en 2023, pero del 5,6% para la eurozona. Según esta previsión, ambas cifras convergerán en 2024 en un avance del 3,9% medio. De ser así, la economía española dejaría de tener el diferencial positivo de precios que hasta ahora ha beneficiado a la competitividad del tejido productivo nacional y a las exportaciones.
Contracción del PIB en la zona euro
Por otra parte, la oficina estadística comunitaria ha adelantado que el PIB se contrajo un 0,1% durante el verano en los veinte países del euro, lo que supone una caída de tres décimas en comparación con el crecimiento del segundo trimestre. La media de la UE, por su parte, registra un ligero crecimiento del 0,1% en el tercer trimestre respecto al 0% del segundo. Hay que remontarse al segundo trimestre de 2020, en plena pandemia, para encontrar un periodo de contracción del PIB en la zona euro (un 11,3 %), aunque el dato preliminar del primer trimestre de este año apuntó a una caída del 0,1 % que después fue elevada al 0 % en una revisión posterior.
España fue la economía que más creció entre las grandes del bloque con una expansión del 0,3 % que, no obstante, es inferior al aumento del 0,4 % observado en el segundo trimestre y al incremento del 0,6 % de los primeros tres meses del año. Los países que más crecieron de la UE fueron Letonia (0,6 %) y Bélgica (0,5 %).
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En el tercer trimestre, un total de siete países de la zona euro registraron decrecimientos, encabezados por Irlanda (-1,8%) y por Austria (-0,6%). Incluso en comparación interanual hay ya otros seis países con descensos. Más allá de Irlanda, que rompe la media, destaca Estonia (-2,5%) y Austria (-1,2%). En contraste, España lideró el crecimiento en términos interanuales en el tercer trimestre con un 1,8%. Alemania es la única de las grandes economías cuyo PIB descendió entre julio y septiembre ( -0,1 %), tras empezar el año con una tasa del 0 % entre enero y marzo y una ligera expansión en los tres meses siguientes del 0,1 %.