Irene Montero agita en redes el debate contra la Corona: “¿Es la monarquía feminista porque la heredera sea una mujer?”

La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, ha expresado por redes sociales su discrepancia con la monarquía como sistema político: “En democracia es la ciudadanía quien debe elegir todas las instituciones que nos representan. El principio hereditario propio de la institución monárquica no solo es de otro tiempo, es sobre todo incompatible con la democracia. Como la corrupción, por cierto”, ha escrito por X antes de que comenzara el acto.

Poco después ha querido abrir el debate sobre el futuro de la Corona y la posibilidad de considerar que a la monarquía feminista por el hecho de que la jefatura la ostente una mujer. En un hilo por X, la antigua Twitter, ha explicado las razones por la que, según su opinión, este modelo de Estado no podría ser nunca tildado bajo el término “feminista”.

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En el texto, Montero explica que “el feminismo es el motor de la democracia, lo contrario de la monarquía”, zanja. “El feminismo se basa en la idea de la igualdad radical entre las personas y la monarquía en un privilegio de sangre”. Por esta razón, la “monarquía y democracia, monarquía y feminismo, son incompatibles”.

La ministra en funciones no solo se ha centrado en rebatir la idea, sino que ha incidido en el papel histórico que ha tenido la institución en la perpetración de ideario machista: “De hecho, la monarquía basa su legitimidad en normas no democráticas y también machistas”, ha escrito Montero. En esta línea ha querido apuntar que “la Jefatura del Estado, sin someterse a votación y según la Constitución, debe heredar la corona antes el hombre que la mujer. Si Leonor tuviera un hermano, no sería la heredera”.

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La titular del Ministerio de Igualdad también ha querido responder a esa posible modificación de la Carta Magna:” ¿Se soluciona eliminando la prioridad del varón en la CE?”, se ha preguntado. “No, la Constitución será feminista cuando ningún ciudadano o ciudadana sea más que los demás”, ha completado.

“Queremos una Constitución feminista, republicana, popular, que tenga millones de madres y reconozca todos los derechos feministas”, ha terminado.

La tercera autoridad del Estado, Francina Armengol, no ha querido pasar por alto los desafíos, así como el papel de los jóvenes ante retos como “abordar con urgencia” la crisis climática, la lucha contra la violencia de género, “mejorar nuestro modelo económico para que sea más justo y equitativo, para que redistribuya mejor la riqueza y garantice trabajo digno para todos”. “Combatir, en definitiva, las desigualdades sociales, mejorar la vida de las personas desde las instituciones, atesorar la libertad, la democracia y la solidaridad en este mundo polarizado y en constante ebullición. Defender, ante todo, los derechos humanos”.

El juramento de la Princesa supone “el firme compromiso con este presente libre y democrático, enraizado en un pasado que no olvidamos para así disponer un mejor futuro. Una alianza con la España de hoy, que es responsabilidad de todos perfeccionar, a través del diálogo y los consensos, respetando su diversidad, su pluralidad, y haciendo de la estabilidad y la convivencia nuestra bandera, para que esta sea, como en el poema del escritor vasco Felipe Juaristi, “bihotz zintzoa bezain zabala”, ancha como un corazón generoso”.