“Quien contamina, paga”: los planes de Teresa Ribera para reducir la emisión de gases contaminantes

Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), ha presentado durante su asistencia a la Pre-COP de Abu Dabi, reunión previa a la Cumbre del Clima que se celebrará en diciembre en esa misma ciudad, los acuerdos globales que se necesitan para combatir el cambio climático.

La vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez ha recordado las líneas maestras a seguir en la actual emergencia climática. Prueba de que el entendimiento entre potencias no es fácil es que las subvenciones al gas y al petróleo han aumentado hasta en un 50%, según el Banco Mundial, desde la firma de los Acuerdos de París, en los que se acordó una reducción de la emisión de gases para impedir que la temperatura media global ascendiera más de 1,5ºC.

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Pero al margen de esto, Ribera ha dado las claves en torno a las emisiones y su reducción progresiva, la necesidad de fondos públicos e impuestos a la contaminación.

La ministra ha recordado que el objetivo es reducir las emisiones en un 43% para el año 2030, alcanzar el 60% en 2035 y que en el año 2050 se llegue a una “neutralidad de carbono”, donde las emisiones sean prácticamente del cero por ciento. Para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, la propuesta de Ribera es triplicar la energía renovable y doblar los resultados de eficiencia energética, ya que “lograr una economía que no requiere de combustibles fósiles es la única posibilidad de garantizar una acción climática efectiva”, apunta el MITECO.

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Por último, Ribera ha sostenido la necesidad de “más fondos públicos”, pero también de “nuevos enfoques de financiación”. Para ello, la ministra apuesta por una financiación híbrida y la creación de bonos verdes, además de impuestos internacionales que, según resume el propio ministerio, llevaría la lógica de “quien contamina, paga”.

A la vista de la formación de un nuevo gobierno de PSOE y Sumar, el acuerdo entre los dos partidos anunció una medida aún por definir, pero que sirve para poner en primer plano la necesidad de políticas medioambientales para combatir el calentamiento global.

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, y la líder del partido Sumar, Yolanda Díaz, llegaron a un pacto el que se recoge el compromiso de reducir los vuelos cortos nacionales cuando haya una alternativa de transporte ferroviaria de 2,5 horas.

Bajo esta premisa (aunque habría excepciones aún no definidas) habría tres rutas en España que se verían afectadas por la nueva medida. Se trata de los vuelos entre Madrid y Alicante, entre Madrid y Barcelona, y entre Madrid y Valencia. Los tres trayectos cuentan con alternativas ferroviarias de menos de dos horas y media de duración.

El principal foco de contaminación se encuentra en los intercambios Madrid-Barcelona y Barcelona-Madrid. Este corredor aéreo “registró en 2019 más de 15.000 operaciones que generaron más de 168.000 toneladas de CO2″, detalla Ecologistas en Acción en un informe.