La samba no está especialmente de moda en el Real Madrid en lo que va de temporada, porque la pareja brasileña por excelencia del equipo pasa por un bache más que notorio. Ni Rodrygo ni Vinicius están logrando ser determinantes a estas alturas de curso, y el Clásico de este sábado resultó una nueva evidencia de ello. Sobre todo, en el caso del segundo, cuya actuación fue una de las más decepcionantes que se dieron en las filas madridistas.
Cada vez que Vinicius tuvo una acción con posibilidad de desborde en el área del Barça, la jugada terminó en nada. El futbolista de São Gonçalo fue la personificación idónea de la pobreza ofensiva del Madrid hasta bien entrado el partido, sin encontrarse cómodo en ningún momento. El protagonismo que le faltó a nivel deportivo lo tuvo de sobra en la parcela extradeportiva, ya que lideró dos de los momentos más polémicos que dejó el choque.
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Primero, Vinicius se encaró con Xavi en el minuto 28, después de que una internada de Joao Félix contenida por Carvajal no acabase en falta del madridista. Todo vino porque el entrenador del Barça le recriminaba al 7 del Madrid que se había tirado, frente a Gavi, en una acción anterior. El futbolista, por su parte, protestaba ante el técnico culé por el hecho de que esa entrada del sevillano se quedase sin sanción por parte del árbitro.
Ya en la segunda mitad, llegó la escena más explosiva de Vinicius en el encuentro. Sucedió cuando se produjo su sustitución, que aprovechó para tomarla con la grada mientras enfilaba el camino al banquillo. Entonces, también se las tuvo con uno de los asistentes arbitrales, tal y como se desveló a posteriori.
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Vinicius la tomó con uno de los asistentes del Clásico
En un momento en el que Vinicius estaba realmente caliente, explotó y cargó contra el asistente que más cerca se encontraba de su posición. “No me toques, no me toques”, dijo. “¡Que no me toque!”, dejó claro a continuación. “No me toques, estás loco”, recriminó al cuarto árbitro. “He dicho que no me toques”, le espetó, además, justo cuando el preparador del Madrid, Carlo Ancelotti, le cogía de la mano para llevárselo.
Los gestos de celebración con los que abandonó el terreno de juego no pasaron desapercibidos, con una pitada notoria por parte de la hinchada local de Montjuïc. En ese punto del duelo, el Madrid ya había consumado su remontada de la mano de un Jude Bellingham de nuevo estelar. Los dos goles del inglés sirvieron para darle la vuelta a la tortilla y que el tanto inicial de Gündogan, al poco de arrancar la acción, quedase olvidado. El 1-2 a domicilio de los blancos les sirvió para colocarse líderes de LaLiga, con 28 puntos (nueve victorias, un empate y una derrota).
Al caer ante el eterno rival, el Barça ha pasado a ocupar la cuarta plaza liguera, con 24 unidades en su haber (siete victorias, tres empates y una derrota). A pesar de ser superior durante buena parte del Clásico, el conjunto azulgrana fue de más a menos y vio cómo al Madrid le pasaba lo contrario para acabar llevándose el triunfo.