La muerte de Matthew Perry ha levantado una auténtica ola de conmoción popular. El actor tenía solo 54 años y había alcanzado el estrellato y la fama mundial gracias a la serie Friends, en la que interpretó el papel de Chandler Bing a lo largo de diez años y en más de doscientos capítulos, quedando para siempre incrustado en el imaginario colectivo de una generación.
A lo largo de mucho tiempo tuvo que luchar contra la adicción a los opioides y al alcohol, un hecho que marcaría su vida y su carrera. Sin embargo, el intérprete intentó escapar del cliché y continuar con su carrera más allá del personaje con el que irremediablemente siempre se le relacionaría, un estigma que, en cualquier caso, también han tenido que sufrir el resto del reparto en mayor o menor medida.
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Lo que podría haber sido y no fue
Sin embargo, podría haber sido diferente, sobre todo si Studio 60, en la que trabajó a las órdenes del gran Aaron Sorkin hubiera tenido éxito. En ella, se seguía el día a día de los participantes de un programa de televisión nocturno y él era el máximo protagonista. Cosechó estupendas críticas, pero la serie fue cancelada por las bajas audiencias.
El actor ya había colaborado con Sorkin en su anterior proyecto, gracias a la que el creador se dio a conocer de manera mayoritaria antes de ganar el Oscar al mejor guion adaptado La red social, El ala oeste de La Casa Blanca, y junto a él pudo ofrecer una faceta interpretativa distinta, en un registro diferente y más maduro. Podría haberse convertido en su plataforma de lanzamiento más allá de Friends, pero salió mal.
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Antes de que empezara la célebre sitcom junto a Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc y David Schwimmer, Matthew Perry todavía no había encontrado su lugar dentro de la industria. Participaba en films para televisión después de haber sido descubierto en Los problemas crecen, junto a otro juguete roto como Kirk Cameron o Leonardo DiCaprio, que sí consiguió escapar a su estela infantil gracias a ¿A quién ama Gilbert Grape? o Vida de este chico (el resto, ya es historia del cine).
Entre el cine y las series
Cuando Friends comenzó a convertirse en un acontecimiento, Perry protagonizaría algunas películas en las que era el principal reclamo junto a su partenaire femenina, como es el caso de la comedia romántica Todos los tontos se enamoran, junto a Salma Hayek o Héroes por casualidad, de Christopher Guest. En el año 2000, estrenaría dos películas con Bruce Willis, The Kid (El chico) y Falsas apariencias, así como Tango para tres, de nuevo otro film de amoríos al lado de Neve Campbell y Dylan McDermott.
Y más o menos, eso sería todo (en cine), aunque tendría apariciones esporádicas a lo largo de esos años como en 17 otra vez, junto a Zac Efron. Lo que sí intentó fue recuperar el brío convirtiéndose él mismo en creador de una serie, como ocurrió en Mr. Sunshine (2011), en la que encarnaba a un gerente de un centro deportivo en plena crisis de los cuarenta y también se involucró en Go On y La extraña pareja. Todas ellas pasarían desapercibidas. Sin embargo, sus presencias esporádicas en The Good Wife y The Good Fight, parecían esperanzadoras.
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Fue nominado 5 veces a los Premios Emmy: en 2002 por Friends, en 2004 y 2005, como actor invitado en El ala oeste de La Casa Blanca, en 2007 por el telefilm de Randa Haines Unidos para recordar y en 2021 por participación junto a todos sus compañeros de reparto en la nostálgica despedida de Friends: The Reunion, su última participación como actor.