Kif Kif, la ONG referente de migrantes LGTBI, cierra tras la denuncia a su presidente por desfalco: “Calculamos unos 200.000 euros”

Todo saltó el 25 de julio. “Se ponen en contacto conmigo unos trabajadores y me comunican que la situación económica es mala e intento ponerme en contacto con el presidente, Samir Bargachi”, relata Jesús Ortega, tesorero y presidente provisional hasta que se disuelva por completo Kif Kif, la ONG referente en ayuda a migrantes del colectivo LGTBI. “Cuando me pongo el contacto con él para comentarle la situación me dice que hablaríamos al día siguiente, pero desapareció”, recuerda.

El mismo 25 de julio, Jesús acude al banco y ajusta las cuentas. “Pasé todo el dinero a la cuenta desde la que se efectuaban los pagos y, en principio, calculé que nos daba para afrontar los gastos básicos: nóminas, el pago de la luz, alquileres...”. Sin embargo, al día siguiente, ve que algo falla. “No recibo contestación del presidente e intento ponerme en varias ocasiones en contacto con él. Al revisar de nuevo las cuentas y faltan 2.000 euros”. Jesús decidió entonces pagar “lo que pude” y retirar la cantidad restante (unos 1.800 euros) para evitar que siguiera sacando más dinero. “En cuanto tuve ocasión, lo puse en conocimiento de los abogados”, relata.

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Samir Bargachi, hasta hace unos meses presidente de Kif Kif, es original de Marruecos e hijo de migrantes marroquíes. El activista reconocía en una entrevista en El País, en el año 2019 que su homosexualidad la vivió durante años “en silencio, con mucho sufrimiento, porque entre los marroquíes es un tabú”. En el año 2000 llegó a España con sus padres, con quiénes empezó a vivir en Barcelona hasta el año 2008, cuando se mudó a Madrid. Cuatro años antes, en 2004, fundó Kif Kif (de igual a igual, en árabe), cuando el debate sobre la homosexualidad en Marruecos se puso sobre la mesa después de que el Gobierno marroquí detuviera a 43 personas acusadas de homosexualidad.

Ahora, desde su asociación no saben dónde está Bargachi. “No nos responde a las llamadas, ni los mensajes, hemos intentado hablar con sus abogados y tampoco”, cuenta Jesús. Es como si se lo hubiera tragado la tierra. Es más, desde Global-Law, el despacho de abogados que ha contratado Kif Kif, no tiene constancia de que Bargachi cuente con representación legal.

“Después de recibir el silencio como respuesta, comenzamos a investigar y calculamos que el posible desfalco pueda superar los 200.000 euros”, cuentan desde la ONG. “Creemos que ha sido poco a poco” completan. Además, relatan, “no quiere dar explicaciones”, por eso la asociación recurrió al despido disciplinario.

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En la carta se explican los principales motivos por los que sale, una carta a la que tuvo acceso El Mundo y donde se apuntan las razones de su salida: la falta a su puesto de trabajo más de tres días seguidos, el “desfalco de 208.580 mil euros desde abril de 2021″, especifica el documento, entre otros motivos. Los términos de la carta se pactan en la junta directiva que se reúne de urgencia en agosto para intentar afrontar la situación.

“A esa junta no se presenta” cuenta el actual presidente provisional de la ONG, “además no nos quiere dar las claves de las redes sociales, ni los usuarios”, explica. Por eso “hemos puesto una denuncia ante los Mossos para que clausuren el portal porque, al parecer, también le sigue sacando el dinero por otra página a personas inocentes, les está estafando, calculamos que puede llevar ya 2.000 euros”, relata indignado Ortega. Esta denuncia se une a otras que ya han presentado, la última en el Juzgado de Plaza Castilla.

Según puede adelantar Infobae España, la organización, tras una ardua revisión de la documentación, no han encontrado “ni un solo dato sobre los supuestos 78 asociados que teníamos”. “No hemos encontrado ni nombres, ni teléfonos, ni direcciones, nada”, “creemos que también pueden ser mentira”, pronostica Ortega, que ya contó a grandes rasgos las supuestas irregularidades de la ONG en la información de la periodista Marta Cobral en El Mundo.

El 26 de octubre Kif Kif bajó la persiana definitivamente. Sin embargo, los pocos miembros que siguen trabajando “sin cobrar un duro”, remarca el actual presidente, insisten en que “se deben separar las cosas”, porque “una cosa es lo que haya hecho el presidente y otra es lo que ha hecho la asociación”. “Kif Kif no sigue porque no puede sobrevivir económicamente, si no seguiríamos”, explica, “pero el agujero es tan profundo que no podemos hacer otra cosa”, lamenta.

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“Es importante dejar claro que Kif Kif ha sido una asociación bestial, ha ayudado a mucha gente, eso es real”, clarifica. La ONG ha aportado apoyo psicológico a cientos de migrantes y refugiados LGTBI, tenía a su disposición viviendas y habitaciones para ayudar a estas personas, además de diferentes proyectos activos. Su propio presidente, Bargachi, reconocía hace años la importancia de la acción de la asociación porque “hay personas transexuales que se ven obligadas a vivir con una familia de refugiados siria y la convivencia no es fácil”, ejemplificaba.

“Nuestra acción ha sido real”, remarca Jesús Ortega, que espera que el proceso de cierre se ejecute “en los próximos cinco, seis meses”, esperando con interés las futuras decisiones judiciales.