Khadija y Cheriv, dos hermanas siamesas de Mauritania han llegado a España junto a sus padres para someterse a una cirugía que las separará. Las bebes nacieron el pasado 8 de octubre unidas por la parte superior del abdomen, con un único cordón umbilical y un peso conjunto de 5,2 kg.
Ahora, se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, donde serán intervenidas. Gracias al programa solidario Cuida’m, del hospital, fueron trasladadas junto a su familia a Barcelona, donde están bajo observación a la espera de ser operadas. El pasado miércoles, la familia fue trasladada en un operativo del Ejército del Aire y del Espacio.
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Las recién nacidas y sus padres llegaron en una aeronave con un puesto de cuidados críticos preparado y adaptado para atender a las niñas. Según informó el hospital catalán, la situación clínica de las pequeñas es estable y respiran sin dificultad, sin necesidad de oxígeno suplementario, por lo que se espera que la operación transcurra sin complicaciones.
“En estos momentos, se les están realizando pruebas complementarias a las que se llevaron a cabo en su país de origen con objeto de disponer de información más precisa y planificar su separación”, explicaban desde el centro, donde detallaron que la intervención está prevista para los próximos días y la recuperación se realizará en el mismo hospital.
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Casos únicos en España
Las separaciones de siameses son poco comunes, ya que no hay muchos nacimientos marcados por esta condición, tienen una incidencia de uno por cada 200.000 nacimientos, y la tasa de supervivencia al nacer está por debajo del 25%. Tras la separación, las probabilidades de sobrevivir alcanzan el 53 %, por lo que en estos casos se intenta intervenir tan pronto como sea posible hacerlo de una forma segura.
En España, no se practica esta intervención desde hacía años. El caso más similar al de las niñas de Mauritania en años recientes fue el de Núria y Marta, dos siamesas que compartían el hígado y fueron separadas en el hospital barcelonés Vall d’Hebron en el 2012. En esa ocasión, la cirugía duró siete horas y se llevó a cabo de manera exitosa con la participación de una treintena de profesionales. Núria y Marta, que vivieron seis meses unidas, habían nacido a las 32 semanas de gestación, también con un único cordón umbilical. Su condición ya se conocía, sin embargo, desde la semana 12 de gestación.
En el 2001, las siamesas marroquíes Fátima y Amina fueron separadas en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, en una intervención que duró 12 horas. Las niñas tenían 21 meses y compartían parte de la columna vertebral, vasos sanguíneos y órganos pélvicos. La operación, por lo tanto, era complicada y debió realizarse en dos fases. En un primer momento, se separó la columna vertebral y el sistema nervioso y se colocaron expansores subcutáneos para preparar la piel para la intervención definitiva. Más adelante, se realizó la separación y, con las niñas ya separadas en quirófanos distintos, se hizo la reconstrucción del aparato digestivo, la vejiga, la uretra, la vagina y la pared epidérmica. Ocho meses más tarde, Fátima y Amina recibieron el alta médica.