El Defensor del Pueblo, que dirige Ángel Gabilondo, acaba de licitar hace unos días la renovación del contrato para pagar las ayudas a la comida que ofrece a sus empleados. El Reglamento de Prestaciones Sociales para el personal de esta institución establece en su artículo quinto el cheque comedor, que desde julio de 2018 está fijado en once euros diarios. No ha habido subida desde entonces, a pesar de que el IPC se ha incrementado en este periodo un 16,8%. No obstante, los salarios de los trabajadores susceptibles de recibir el conocido ticket restaurante oscilan entre los 27.621 y los 110.485 euros brutos anuales.
Un portavoz del Defensor del Pueblo, que este viernes presentó un detallado informe sobre los abusos sexuales cometidos por la Iglesia española durante años, explica que los altos cargos no cobran este cheque y que solo lo perciben los trabajadores que tienen que trabajar por la tarde y, por tanto, quedarse a comer. El personal en plantilla está formado, en estos momentos, por 182 personas. Descontados el propio Gabilondo, sus dos adjuntos, y el secretario general, todos altos cargos, el resto puede recibirlo. La institución pagará 185.000 euros en el siguiente año para financiar el almuerzo de sus trabajadores.
Te puede interesar: Patrimonio Nacional paga un hospital privado para que sus empleados públicos vayan al ginecólogo y al urólogo
La memoria justificativa del contrato asegura que para 2024 “es necesario contratar la adquisición de 18.000 vales/cheques de comida con el fin de satisfacer la ayuda para el personal al servicio del Defensor del Pueblo”. En principio, el adjudicatario que se lleve el concurso puede suministrar los cheques tanto en formato papel (talonarios) o mediante un sistema tarjeta que suele recargar cada mes. “Los licitadores deberán proporcionar ambos formatos a elección del Defensor del Pueblo. Uno u otro formato permitirá el pago en la red de establecimientos adscritos a la empresa adjudicataria”.
El licitador deberá contar al menos con 50 establecimientos de hostelería que permitan este modo de pago, situados dentro del código postal al que está adherido la sede física del Defensor del Pueblo (28010), ubicada en la calle Zurbano de Madrid, en el distrito de Chamberí. El ganador del contrato deberá “aportar relación detallada de los locales. Aunque el importe cheque diario será de 11 euros, este podrá estar fraccionado en tres vales por importes de 6, 3 y 2 euros respectivamente.
Los cheques de comida serán nominativos, independientemente de que el sistema elegido al final sea el de talonario en formato papel o tarjeta de recarga. El Defensor del Pueblo facilitará un listado de control ordenado alfabéticamente por el primer apellido del beneficiario para permitir la distribución de los vales de comida a quienes van destinados, para que no se puedan prestar o intercambiar. Los trabajadores de la institución están organizados en varios departamentos y áreas. En función de que sean subalternos, administrativos o asesores, sus salarios oscilan entre los 27.621 y 110.485 euros brutos anuales.
Medidas de seguridad
Los cheques de comida, ya sean en formato papel o en tarjeta, tienen un periodo de validez de un año desde su emisión o recarga. “En el caso de que transcurra el plazo de caducidad sin que se hayan utilizado, se procederá a su canje o a la actualización del saldo por la empresa contratista sin coste adicional para el Defensor del Pueblo. Los cheques y tarjetas que se deterioren o estropeen se abonarán o repondrán”. En el caso de pérdida, hurto o robo serán repuestos sin coste alguno por el adjudicatario. Este deberá disponer, además, durante la vigencia del contrato de un servicio de atención al cliente en horario mínimo de 9 a 14 horas de lunes a viernes.