Que la animación se ha convertido con los años en un género más valorado es un hecho. Aún falta tiempo para que incluso deje de ser considerada un género, si no más bien un estilo, y podamos verla ser comparada con el resto de películas sin hacer distinción alguna, pero de momento la cosa no está tan mal. Tampoco en nuestro país, de una gran tradición de cine de animación que va desde clásicos como Garbancito hasta Klaus, Unicorn Wars, la reciente Dispararon al pianista o la prometedora Robot Dreams. Pero cabe preguntarse una cosa, y es dónde descubre uno antes que nadie películas así de maravillosas y a las personas que animan todas estas criaturas e historias tan fascinantes.
Porque igual que nuestro país no se prodiga demasiado en este estilo, y cuesta encontrar grandes películas cada año, por lo mucho que cuesta levantar estos proyectos, sucede lo mismo con los festivales. Si bien la animación puede estar presente en grandes festivales como Venecia, Cannes o San Sebastián, no existen tantos lugares que dediquen exclusivamente su mirada a la animación. Annecy es quizá el más conocido y el que más engloba todo tipo de propuestas internacionales, pero en España podemos encontrar Animayo en Gran Canaria, Animac en Lleida o, el que ahora nos ocupa, el Animario de Madrid.
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Acogido por la Cineteca de Matadero de Madrid, Animario presenta este 2023 la que es ya su sexta edición, y llega cargada de grandes novedades y nuevas películas a descubrir. Este año el pistoletazo de salida lo ha dado además Robot Dreams, la gran película de animación del año que participó en Cannes y ganó el premio a mejor película dentro de la Sección Contrechamp en Annecy. La tierna historia de amistad entre un perro y un robot dirigida por Pablo Berger (Blancanieves, Abracadabra) inauguraba este jueves Animario, acompañada previamente por el taller Robot Dreams, diseñando un sueño a cargo del director artístico, José Luis Ágreda. Porque más allá de su programación, Animario es también el lugar idóneo para “forzar encuentros” entre grandes profesionales de la animación, tal y como recalcaba el director de la Cineteca Luis E. Parés en su presentación.
Homenaje a Portugal y a la ‘pinscreen’
La edición de Animario de este año tendrá un marcado acento portugués, pues se le dedicará un ciclo especial con varios cortometrajes y películas recientes. La cinematografía de animación de nuestro país vecino celebra su centenario y desde Animario han querido sumarse a la celebración proyectando algunos de los trabajos más destacados de Regina Pessoa –artista invitada que forma parte del jurado–, el cortometraje recientemente premiado en Cannes Ice Merchants de João Gonzalez o el largometraje Nayola de José Miguel Ribeiro, figura esencial en el cine de animación luso desde que se estrenase en 1999 con A suspeita.
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Otro de los grandes alicientes de este Animario 2023 será el de descubrir una técnica de animación poco conocida hoy en día, pero que se lleva usando desde hace muchos años y aún se practica en determinados ámbitos. Se trata de la técnica pinscreen, o lo que es lo mismo, pantalla de aguja, y básicamente consiste en hacer uso de una pantalla llena de agujas que pueden moverse hacia adentro o hacia afuera, presionándolas con un objeto. Estas agujas generan un relieve, el cual se ilumina desde los costados para generar una imagen en la pantalla, con su sombra. Creada en 1932 por el francés Alexandre Alexeieff y su esposa Claire Parker, se utilizó por primera vez en el cortometraje A Night on Bald Mountain, que se proyectará dentro de Animario junto a otros trabajos de la pareja. Por si fuera poco, también se impartirá un taller para conocer todos los detalles sobre esta curiosa y ancestral técnica de animación en los que podrás crear tu propio cortometraje a partir de la pinscreen.
Animario comenzó el pasado jueves con la inauguración presentando Robot Dreams y el cortometraje Rapariga de Olhos Grandes e o Rapaz de Pernas Compridas como guiño a la presencia de Portugal como país invitado, pero durará hasta el domingo, cuando se clausurará con la proyección del largometraje Heavies Tendres de Carlos Pérez-Reche y Joan Tomas Monfort. Con ella se anunciará también el ganador del concurso de cortometrajes de esta edición, cuyo premio está valorado en 5.000 euros y el cual ha servido como foco para nuevos y prometedores cineastas de animación, como fue el caso de Alberto Vázquez (Unicorn Wars) con Homeless Home, ganadora del premio en 2020. En definitiva, Matadero acoge estos días el lugar idóneo para descubrir nuevas y apasionantes historias en un formato que cada vez coge más peso en nuestra cinematografía y al que aún le quedan grandes aventuras por narrar.