Las notas del Real Madrid en el Clásico: Bellingham vuelve a eclipsarlo todo

Todo parecía indicar que el Real Madrid iba a sucumbir en Montjuïc este sábado. Al menos, esa fue la sensación imperante por momentos en un Clásico que el FC Barcelona controló más y mejor durante muchos minutos. Sin embargo, a la hora de la verdad, sólo importa lo que determina el marcador final, y este reflejaba un 1-2 cuando el árbitro tiró de silbato: el equipo que más ha glorificado las remontadas en el fútbol lo había vuelto a hacer. Subidos a hombros de Jude Bellingham, los blancos se llevaron los tres puntos de la Ciudad Condal gracias a su resurgimiento tras el paso por los vestuarios.

Se quedó vendido en el 1-0 que marcó Gündogan, pero el guardameta vasco compensó el tanto encajado con el que evitó después. En una doble ocasión para el Barça, ya en la segunda parte, el poste primero y Arrizabalaga después evitaron que la renta de los locales aumentase. Araujo no pudo superar al portero del Madrid, que vivió el resto del choque sin sobresaltos. Nota: notable.

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Todoterreno indiscutible, se dejó todo tanto en defensa como en ataque. En la primera parcela, resultó uno de los madridistas más convincentes, salvando el 2-0 en una acción muy peligrosa de Joao Félix. Uno de los pocos disparos del Madrid, aunque sin ángulo, llevó su firma. Además, inició, con un centro por la derecha, la jugada que terminó en el gol decisivo de Bellingham. Nota: notable.

El alemán no perdió la calma en ningún momento e incluso se atrevió con un lanzamiento lejano cuando más sufría el Madrid para generar peligro. Atento a cualquier balón aéreo peligroso que pasase por sus dominios, volvió a demostrar por qué es el jugador con más minutos a cuestas en las filas blancas esta temporada. Nota: notable.

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Cierto es que la jugada venía embarullada de antes, pero su intento de despeje fue demasiado tardío en la jugada con la que el Barça se adelantó. Se libró del suspenso por un corte providencial en una jugada entre los Joao en la que Cancelo se habría quedado solo de no ser por la intervención del austríaco. Nota: aprobado.

Su nula aportación ofensiva le llevó a pasar por el choque sin pena ni gloria. Para colmo de males, tuvo molestias al poco de concluir el descanso, por lo que Camavinga le sustituyó en el 51. Nota: suspenso.

Tampoco fue su mejor tarde. Primero, tocó hacia atrás de forma errónea en la acción que supuso el 1-0: Gündogan, que acababa de fallar una pared con Ferran Torres en la frontal del área, se aprovechó de la nulidad defensiva del Madrid y, previo despeje errático de Alaba, marcó. Después, rozó el penalti en la última de la primera mitad, por agarrón a Araujo. Nota: suspenso.

El desempeño del alemán para sostener a los suyos fue digno de elogio, aunque los años no pasen en balde. Dejó de todo mientras estuvo en el campo: pase, tiro, corte… Cierto es que ese liderazgo no se tradujo en mayor énfasis del Madrid, pero los galones permanecen intactos en su caso. Nota: bien.

Pasó desapercibido durante mucho tiempo, como sucedió de forma generalizada entre los visitantes. Una vez que el conjunto merengue se entonó más, lo hizo él también, con alguna que otra galopada interesante. El primer aviso del Madrid tras el paso por los vestuarios llegó por mediación de un pase suyo. Nota: bien.

No hay otro como él en el Madrid 23-24. Nadie hubiera imaginado que la irrupción de la perla británica sería tan meteórica, pero queda claro que su gran momento de forma no es flor de un día ni de dos. Parecía que ni siquiera estaba jugando en Barcelona, pero vaya si lo hacía: su golazo desde fuera del área en el 68, 1-1, y el empujón tras centro con rebote en el 92, 1-2, salvaron con honores un concurso muy discreto. Que pasó a ser excelso gracias al idilio con el gol de Jude. Nota: sobresaliente.

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Si su ímpetu nada más pasar por la caseta se hubiese prolongado en el tiempo, el Madrid lo habría agradecido lo suyo. No obstante, fue un visto y no visto, con una actuación marcada por la invisibilidad. Está lejos de su mejor versión, así que le toca seguir trabajando para reencontrarse con ella. Nota: suspenso.

Si su compatriota Rodrygo no marcó las diferencias, él no quiso ser menos. Cada balón con el que parecía llamado a intentar desequilibrar terminó en idéntico destino: la nada. Incapaz de ser determinante delante, se las tuvo con Xavi tras una falta, con la grada al ser sustituido y con Ancelotti, que intentó contenerle precisamente cuando se le llevaban los demonios con la hinchada culé. Nota: suspenso.

Su entrada en sustitución de Mendy explicó buena parte de la mejoría del Madrid. Salió con ganas y las mantuvo durante todo su tiempo de juego, con físico y capacidad para romper líneas. Fue un buen revulsivo, dando la cara por encima de la media. Nota: notable.

Al croata le gustaría jugar más, ya lo evidenció hace poco. Aunque lo haga menos de lo que le parecería óptimo, cumple sobremanera. Así fue en este Clásico, en el que saltó al césped para sustituir a Kroos, en el 62, y ayudó a resucitar al Madrid en un momento de extrema necesidad. Nota: notable.

Tuvo una ocasión clara en el 87, pero Iñigo Martínez estuvo más listo que él y la dejó en nada. En una campaña con más luces que sombras para él, en esta ocasión le tocó irse con un regusto amargo. Nota: aprobado.

El baño táctico que le infligió Xavi, sobre todo en los primeros 45 minutos, no pasó desapercibido. La defensa hizo aguas a los seis minutos y la ofensiva brilló por su ausencia hasta que Bellingham quiso. Él salvó al técnico italiano de la quema, porque el primer tiro a puerta de los blancos no llegó hasta el 60. Un dato inaceptable para todo un Real Madrid. Nota: aprobado.