La situación en Gaza es grave. “Más de 200 secuestrados por la milicia palestina y casi 20 días sin saber si están tomando sus medicinas, si están vivos, si pueden comer... ”, han destacado las familias que han acudido este jueves a la rueda de prensa que ha tenido lugar en el Museo de Historia de la Comunidad Judía de Madrid. Merav Mor Raviv, Maayan Sigal-Koren, Yulie Ben-Ami, Naama Weinberg y Robert Meyer han sido recibidos esta mañana por el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, y unas horas después, acogidos por la Comunidad Judía de Madrid para lanzar un mensaje de ayuda, que pretenden llegue “a todos los lugares del mundo”. Los ciudadanos israelíes, que vestían camisetas con el rostro de sus familiares secuestrados, estuvieron arropados por manifestantes que denunciaban la ola de asesinatos perpetrada por Hamás con carteles con las fotografías de cientos de retenidos por el grupo terrorista y bajo la premisa “Hamás=Isis”.
“Contentos no es la palabra adecuada, pero en los últimos dos días hemos visto como varios miembros del Gobierno de España y organizaciones de la sociedad civil se unen a nuestros esfuerzos para que más de 220 ciudadanos israelíes inocentes de varias edades y condiciones, regresen a sus casas”, ha asegurado la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, durante su comparecencia ante los medios. Tras su breve discurso, ha cedio la palabra a los protagonistas.
Te puede interesar: Albares recibe a los familiares de Illarramendi y otros secuestrados por Hamás
“Esto es un problema de todo el mundo. Nadie ha mirado si nuestros familiares están atendidos en cuanto a sus necesidades básicas, mi madre es diabética y no sé si está pudiendo acceder a sus medicamentos”, señala Maayan Sigal. Ella vive en el norte de Israel aunque creció en el sur alrededor de la franja de gaza. “Mi madre fue secuestrada el sábado 7 de octubre junto a su pareja, su hermano, su hermana y su hija”, solloza la familiar de la secuestrada. La casa ha quedado completamente destrozada, revuelta pero sin señales de violencia física ni restos de balas. “No tenemos más información sobre el estado de ellos”, explica. La última noticia que recibieron fue por parte del Ejército israelí, que les informó de que sus móviles habían llegado a casa. “Tengo dos hijos de 5 y 8 años, ya son dos semanas y media que me están preguntando que dónde están y no sé que respuesta darles”, lamenta.
Te puede interesar: Cientos de judíos piden en Madrid la liberación de todos los rehenes capturados por Hamás
Junto a ella, otras cuatro personas israelíes han alzado la voz por sus familias en poder de Hamás y llevado su reclamo hasta distintas capitales europeas, como Roma, Viena, París y, este jueves, Madrid, para hacer que el resto del mundo conozca la situación que están viviendo. “Queremos que España y el mundo entero no callen y exijan la liberación de mi madre y mi familia. Solo quiero ayuda para que nuestros seres queridos regresen sanos y salvos”, solicita la hija de la secuestrada.
Llorando y con la voz quebrada, haciendo numerosas pausas para tomar aliento, Naama Weinberg relata su trágica historia que, como todas, comenzó el pasado 7 de octubre. Sus nervios afloraron cuando encendió la televisión y vio cómo los terroristas quemaban las casas de las comunidades de Gaza con las personas dentro, como destrozaban sus pertenencias y cómo mataban sin reparo a niños y abuelos. En ese momento, recibió un mensaje de su abuela de 79 años en el que simplemente ponía “AYUDA”. Momentos después, le llegó la noticia de que sus tíos habían sido asesinados, sin embargo, su primo Itai, de 38 años, “sigue con vida” o eso quiere pensar. Weinberg ansía el retorno de su primo a quien describe como una persona buena: “Es un hombre de paz y amor, lleno de compasión, nunca ha hecho nada malo a nadie”.
“Por las noches no puedo dormir”
La conmovedora historia de Yulie consigue erizar el vello de cualquiera que escuche su testimonio. “A las 6:20 de la mañana me desperté con los ruidos de las bombas. Empecé a escuchar gritos y muchos disparos”, narra. La joven vivía con su pareja en otra comunidad distinta a la de sus padres, por lo que llamó a su madre sobre las 7:00 para preguntar si estaban bien. “Me dijo: los terroristas están fuera de casa”, indica entre lágrimas. Sin poder hacer nada, la joven esperó y volvió a llamar dos horas más tarde, pero los terroristas ya habían entrado a la vivienda quemando cada cosa que se interponía en su camino. Desde el interior de la casa, su padre tuvo tiempo de escribir a la hermana de Yulie para anunciarle que los miembros del Hamás habían logrado entrar en el refugio. “Una hora después recibimos una foto de mi padre con el pijama secuestrado en Gaza”, detalla.
Te puede interesar: “No lo hagan”: Netanyahu advierte a Irán y Hezbollah sobre abrir otro frente de guerra
Sin embargo, ella si que tuvo la suerte de ser salvada por el Ejército de Israel. Por la tarde, a las 20:42, los terroristas dispararon a muchos de sus vecinos y, entre lágrimas, Yulie describe cómo vio los cuerpos de compañeros y amigos tirados en el suelo agujereados por los disparos. De pronto, una terrorista se plantó en frente suya para matarla, pero los militares la salvaron. Yulie podría haber sido una víctima más de Hamás, en cambio, ha conseguido escapar y viajar por el mundo para poder trasladar su historia y conmover al resto de países para que luchen por sus padres. La comunidad en la que vivía con su pareja, ha perdido al 10% de sus vecinos, muchos niños asesinados dentro de sus casas “esto es una auténtica masacre”.
Después de una semana sin noticias de su madre, recibe una foto a su teléfono, es su madre en pijama en Gaza. La joven avanza que su madre está enferma y necesita su medicación diaria, a día de hoy no sabe si la está tomando y si podrá sobrevivir sin tomarla. Cierra su discurso con estas impactantes palabras: “Me he quedado sin casa, no tengo donde dormir, echo de menos a mis padres, quiero abrazarles, por favor ayudadme”, ruega entre sollozos.
“He trabajado con Iván Illaramendi, es muy bueno y sabio”
Después de escuchar las historias de las cuatro mujeres que acudieron a la rueda de prensa, el último testigo, Roberto Meyer, aseguró que conocía al secuestrado español Iván Illaramendi del que se desconoce su paradero desde que Hamás atacó Israel. “Me enteré de su situación hace unos días por medio de una de las personas de nuestro kibutz”, explica. Meyer destaca que Illaramendi es muy bueno, sabio y que no le ha hecho daño a nadie al igual que el resto de israelíes. “Está pagando por un precio que no tiene que pagar”.
Los cinco ciudadanos israelíes afirman que no pierden la esperanza ni cesarán en su lucha para que los gobiernos no permanezcan en silencio. Los cinco coinciden en sus peticiones y solicitan al Gobierno español que hable con los países que pueden dirigirse a Hamás. “Queremos que el Gobierno empiece a rescatar a los rehenes y que acaben con Hamas, que desde hace 15 años empezó a coger fuerza en Gaza”, concluyen.
Fotografías tomadas por Valeria Gómez Tavira