Irene Paredes, sobre el “año duro” en la Selección: “Se me acusó de cosas graves de manera individual”

Irene Paredes (Legazpi, 1991) es la encargada de portar el brazalete de la Selección. Milita para las filas del FC Barcelona como defensa y fue una de las protagonistas en conseguir la primera estrella en la camiseta roja femenina. Después de todo el caos generado por el ‘caso Rubiales’ y la serie de cambios y acuerdos con la RFEF, Paredes ha atendido a RadioMARCA previo al duelo de la Nations League ante Italia, donde ha reconocido que han sido momentos duros. “Queremos volver a la normalidad dando pasos hacia delante y en eso estamos”, confesó la jugadora.

Después de la polémica que se generó por el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en la celebración de la final mundialista, llegó el momento de regresar a la Selección. Montse Tomé hizo pública la lista de las convocadas, y acto seguido, las jugadoras se negaron a asistir a dicho encuentro. Esto produjo tensiones y una serie de conversaciones que se conocen como la ‘cumbre de Oliva’. Ahí, las jugadoras y el CSD llegaron a una serie de acuerdos con los que, a priori, todos parecían contentos y satisfechos. Únicamente dos jugadoras abandonaron definitivamente la concentración. “No nos escondimos. A partir de ahí, queremos cerrar el tema. El acuerdo que se firmó el lunes (la constitución de la Comisión Mixta junto a la RFEF y el CSD) servirá para asegurarnos que se dan pasos hacia adelante. Lo que queremos es sumar y ahora queremos hablar en el terreno de juego”, admitió la jugadora.

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Sin embargo, la andadura en esta temporada, incluso antes de la polémica de la final mundialista, no ha sido fácil para la Selección. La defensa, como capitana, asegura que ha sido un año “muy duro” y que lo ha pasado “especialmente mal”. “Como primera capitana, di la cara por el equipo, como lo he hecho siempre y lo haré siempre que se me pida, y se me acusó de cosas graves de manera individual, pero fue parte de la estrategia que se utilizó para hacernos daño”, asegura la jugadora, quien añade que después ganaron “el Mundial, con lo difícil que es” y tuvieron que “vivir otra vez situaciones desagradables”. “Soy de las que piensan que siempre se sacan cosas positivas. Ojalá no hubiera tenido que pasar, pero ojalá que todo lo que venga a partir de ahora sea constructivo”, señala.

Con esta base y esta serie de ‘logros’ que están consiguiendo las jugadoras, Paredes afirma que “el mejor legado” que podrían dejar sería que en próximos años, al entrevistar a una jugadora, “solo le preguntaran sobre fútbol”. “Hablar de esto resta energía para rendir al máximo nivel, pero entendemos que es necesario”, manifestó.

Tras la salida de Jorge Vilda, Montse Tomé fue su sucesora en el banquillo. “Llevamos poco tiempo con ella como figura principal y no se pueden sacar conclusiones de la primera concentración porque fue atípica”, asegura la jugadora que sí afirma ver “cambios en los entrenamientos, ideas claras de cómo quiere jugar y de lo que quiere de cada una”. “Espero que con todo la Selección siga creciendo”, se mostraba, optimista.

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Incluso después de todo el revuelo, las jugadoras vencieron en sus encuentros de Nations League, ante Suecia y Suiza, a pesar de saber que el primer partido no fue “tan bueno” como el segundo. “En Suecia sabíamos que no jugábamos en las mejores condiciones por todo lo que había ocurrido esos días y ganar fue una liberación. Tenemos una Selección muy buena y la misma tensión hizo que estuviéramos alerta. A nivel futbolístico no fue un partido tan bueno como el de Suiza, pero lo importante es que ganamos”, añade.

La defensa asegura, de hecho, que siempre había visto los Juegos Olímpicos por televisión, pero que “no lo veía al alcance” y “nunca se lo había planteado”.

“Ahora sabemos que hay opciones de estar, pero no queremos precipitaros y estamos enfocados en ganar el partido”, señalaba la jugadora, que aseguraba que mirar la camiseta y ver la estrella era “una pasada”. “No somos conscientes del todo de lo que hemos logrado. ¡Somos campeonas del mundo! Como se ha tapado y ensuciado la celebración, no llegas a creértelo del todo. Luego te dan la enhorabuena por la calle y es cuando te das cuenta de todo. Hay que darle valor a lo que cuesta, a lo que significa y que nos dé la confianza de lo que somos capaces de hacer. Antes soñábamos con esa posibilidad y ahora lo somos. Y vamos a por más”, concluyó.