Ya se han hecho públicas las fechas en las que se disputarán los partidos de la Supercopa de España 2024. La sede es bien sabida, Arabia Saudí. En concreto, será Riad donde arrancará el torneo con el partido entre los eternos rivales: Real Madrid y Atlético de Madrid. Tras ello, llegará el turno del Barça y el Osasuna, y después las finales. El problema es que el hecho de que se dispute a tantos kilómetros de distancia dificulta que los aficionados de los equipos puedan acudir al campo a apoyar a su equipo. Una decisión que tomó el expresidente de la RFEF Luis Rubiales y que se mantendrá durante muchos más años.
Corría el año 2018, la RFEF decidió que era el momento de llevar a cabo cambios en la Supercopa de España: encuentros pasaron ser a partido único y a jugarse en Marruecos. Sin embargo, esta sede solo duraría un año, dado que en el curso siguiente se decidió que se disputara en Arabia Saudí. ¿Los Motivos? Cuestiones económicas. El entonces presidente de la Federación firmó un contrato con el país saudí para trasladar allí la competición a cambio de 240 millones de euros. Un contrato que estará vigente durante seis temporadas, es decir, hasta 2025. Aunque, dos años después de la firma del acuerdo, decidieron renovarlo y ampliarlo por cuatro años más, es decir, hasta el año 2019.
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El año 2020 fue la primera vez que se celebró en este país. En 2021 se aplazó por la pandemia del Covid-19 y se tuvo que celebrar en Sevilla. Pero, en 2022, volvió a celebrarse en Arabia Saudí, así como en 2023. Y, la próxima, la de 2024, también se celebrará en este país. Sin embargo, desde que se anunció que la Supercopa de España iba a disputarse durante los próximos años el país saudí, muchos aficionados estallaron en críticas contra la RFEF, desde entonces el torneo siempre ha estado envuelto en polémica.
“La Supercopa de la igualdad”
“La Supercopa de la igualdad”. Con estas palabras, defendía Rubiales la decisión de trasladar la competición a Arabia. Pero, eso no impidió que levantara la polémica. Uno de los puntos que despertó una oleada de críticas fue el hecho que se disputara lejos de España. Pero, motivos deportivos aparte, los aficionados y muchos ciudadanos han saltado contra esta decisión porque Arabia Saudí es un país sin democracia, donde las denuncias por violaciones contra los derechos del colectivo LGTBI no dejan de sucederse, así como contra las mujeres, las cuales cuentan con muchos menos derechos que los hombres.
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Desde Amnistía Internacional no dudaron en denunciar esta decisión de trasladar la competición: “Se ha vuelto a silenciar a todo aquel que se atreva a criticar al régimen saudí, las mujeres siguen sufriendo una discriminación legitimada por leyes y jueces, se han retomado las ejecuciones, y su participación en el conflicto de Yemen contribuye a matanzas de población civil que constituirían crímenes de guerra”. A lo que añadieron: “El hecho de que la RFEF haya decidido colaborar en este ‘lavado de imagen’ de las autoridades saudíes y que esté dispuesta a que la Supercopa de España se juegue en este país hasta 2029 supone un desprestigio para este torneo y para todo el fútbol español”.
Por este motivo, en 2022 pidieron a todos los jugadores que portaran un brazalete morado en apoyo al papel que desempeñaban las mujeres activistas saudíes. El problema es que a pesar de todas estas protestas, la sede continúa inamovible y en enero, una vez más, volver a acoger esta competición con el Real Madrid, Atlético de Madrid, FC Barcelona y Osasuna como protagonistas.