Morirse en España cada vez cuesta más: entre 3.500 y 6.500 euros el sepelio

Para evitar gastos de última hora, el 46,6% de los españoles tiene contratado un seguro de decesos que cubre los costes funerarios

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Morirse en España cada vez cuesta más: entre 3.500 y 6.500 euros el sepelio.

La llegada del día de Todos los Santos vuelve a sacar a la palestra lo caro que cuesta morirse en España. Los gastos que genera un entierro o una incineración rondan entre los 3.500 y los 6.500 euros, dependiendo de la ciudad y del sepelio elegido, según datos de la aseguradora Santalucía.

Al coste de la inhumación o la cremación se suman los del velatorio, la lápida, el ataúd, las flores, el coche fúnebre o las esquelas, un montante elevado que tienen que afrontar los familiares del difunto en un momento de dolor y gran carga emocional.

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Una parte importante del presupuesto se la lleva el ataúd, que de media cuesta 1.200 euros. “Se trata de una partida que puede cambiar el montante total de un entierro, ya que dependiendo del material con que se construye, su calidad y su diseño, puede conllevar un aumento relevante del precio”, señalan desde la aseguradora Santalucía.

El tanatorio es otra partida que incrementa los costes. Estos varían en función de los extras incluidos en el velatorio. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el precio medio del alquiler de estas instalaciones durante 24 horas es de 546 euros.

Incinerarse es más barato

La inhumación y las tasas por el alquiler de un espacio en el cementerio para depositar los restos, en caso de no poseer tumba, nicho o panteón familiar, cuestan 650 euros de media, más los 500 euros de la lápida.

En caso de incineración, su coste medio llega a 547 euros, dependiendo de la urna elegida, mientras que el columbario —el nicho donde se guardan las urnas cinerarias— puede representar 300 euros adicionales.

A ello se suma el coste del coche fúnebre, que ronda los 211 euros, y el generado por los trámites administrativos y otros documentos como el certificado de defunción, de últimas voluntades y la inscripción de la defunción en el Registro Civil, cuyas tasas pueden rebasar los 150 euros, señalan desde Santalucía.

Varias personas colocan flores en
Varias personas colocan flores en un cementerio de Málaga. (Europa Press)

Pagarse el entierro en vida

Los que quieran evitar a sus familiares ponerse a hacer cuentas en el día del sepelio tienen la alternativa de contratar un seguro de decesos que cubre todos los gastos generados en un entierro o en una incineración.

La contratación de este seguro ha aumentado en los últimos años hasta convertirse en uno más suscritos en España junto al de vida y al de automóvil. A cierre de 2022, el 46,6% de los españoles, algo más de 22 millones, contaba con un seguro de decesos, según recoge el informe Los seguros de decesos en España, elaborado por la patronal del seguro Unespa.

Gaditanos, los más previsores

Los ciudadanos de Cádiz son los que más seguros de decesos tienen, el 78% de los residentes, seguidos por los residentes en Ávila (76%), Badajoz (73%) y Ciudad Real (71%), frente a los habitantes en Soria y Teruel, donde solo el 19% y el 20%, respectivamente, son titulares de estas pólizas.

Según el tipo de familia, los hogares donde más se contrata la cobertura de decesos son en los que viven una pareja sin hijos menores de edad y donde, al menos, uno de los miembros tiene más de 65 años. También destacan los hogares donde vive sola una persona de 65 años o más.

El informe revela que el nivel de aseguramiento aumenta con la edad, alcanzando una cota máxima de en torno al 60% a partir de los 70 años. Sin embargo, este tipo de pólizas protege también al 40% de quienes tienen entre 25 y 30 años, ello se debe a que buena parte de los contratos cubre a varias generaciones de una misma familia.

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