Este es el CV perfecto en la era digital, según una experta en recursos humanos: “No puede ser una lista de habilidades”

Hay muchas opciones de diseño, de estilo o incluso de formato. Pero el objetivo de un CV es claro: marcar la diferencia. Es eso lo que hará que este se convierta en una carta de presentación que llame la atención del reclutador para que el candidato sea el elegido y ocupe la vacante. “No puede ser solo una lista de habilidades y experiencias”, tal y como indica Míriam Talavera, técnico de Recursos Humanos Territorial de Alcampo. Y es que hacerse un hueco en el mercado laboral y, por ende, conseguir una oferta de empleo, no es sencillo. De ahí la importancia de seguir los consejos que dan los expertos para hacer un currículum perfecto y conocer qué errores no deben cometerse nunca.

“El objetivo de todos va a ser conseguir el puesto de trabajo, pero lo principal es tener algo que te haga diferente a los demás”, asegura Alba García, consultora de Recursos Humanos en el sector bancario. Es precisamente esto, llamar la atención del entrevistador, lo que va a inclinar la balanza hacia la respuesta favorable o desfavorable del reclutador.

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Sin embargo, lo cierto es que es habitual quedarse bloqueado frente a una pantalla en blanco cuando se va a diseñar y completar un CV. Saber con exactitud qué habilidades y experiencias deben plasmarse y cómo hacerlo para que esto resulte atractivo no es una tarea fácil, por lo que hay quienes recurren incluso a la inteligencia artificial. Aunque la mejor opción es siempre buscar la ayuda de profesionales de recursos humanos.

Son muchas las características que debe tener un CV y que varían en función de los expertos a los que se consulte. Pero hay dos que son claves: innovación y creatividad. Esto significa que “no se debe hacer uno estándar, con la experiencia académica y profesional, idiomas e informática”, de acuerdo con García.

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Por el contrario, lo ideal es que su diseño y formato esté cuidado, lo que implica que no sea en blanco y negro, sino que despierte la curiosidad del entrevistador. Además, es fundamental que la información que contenga sea “innovadora”, es decir, que “se ponga algo que llame la atención, sea nuevo y, en definitiva, sea creativo”, garantiza la consultora de RRHH.

“Tampoco tiene que ser muy escueto”, asegura García, porque esto puede llevar al entrevistador a pensar que el candidato no tiene la suficiente formación o experiencia. Pero un CV no tiene que ser extenso por dos razones: puede que el reclutador se canse de leer y no deja lugar a la duda y a la intriga y, por ende, al deseo de conocerlo en persona.

Al hilo de esto, la técnico de Recursos Humanos Territorial de Alcampo recuerda que, “por muchas cosas que metas, no quiere decir que sea mejor porque, a veces, más es menos”. Por ejemplo, no sirve de nada que una persona añada el sinfín de cursos que ha realizado: debe destacar el que tiene que ver con la vacante a la que se postula.

Hay quienes lo dan por hecho, pero no puede olvidarse: la claridad y concisión son claves para que los reclutadores entiendan el CV a la perfección, sin errores. De no ser así, se corre el riesgo de que la empresa piense que el perfil no se ajusta a lo que buscan por una información que no está ordenada como es debido.

Para Talavera, “debe tener mucha coherencia, tanto visual, como legible”. Todo ello, teniendo en cuenta que ha de “causar un impacto”, y esto solo se logra si está bien organizado: al inicio, las habilidades de forma sencilla y la información que sea relevante para el puesto. Esto se debe a que un CV “tiene que ir enfocando a la vacante” puesto que “si tiene mucha información, al final no se lee en profundidad y se acaba descartando”.

En su caso, cuenta que, por ejemplo, para una vacante de reposición, se pueden inscribir más de 2.000 personas y “es imposible leerse todos los CV”. “En cuestión de segundos, hago un vistazo y me tienes que impactar”, relata Talavera, por lo que, cuanto más conciso y visual sea, “mucho mejor”. Es decir, necesita descubrir “quién es esa persona” de forma rápida.

Es una carta de impresión. El primer “culpable” de que una empresa se lleve una buena o mala impresión de la persona que se postula como candidato para incorporarse al equipo. Pero esto no parece suficiente: hay quienes aún no son conscientes de la importancia que tiene un CV. Y esto bien lo saben quienes trabajan en Recursos Humanos y tratan con frecuencia con estos documentos. “Si haces una criba curricular, solo el 20 o el 30% son buenos, la mayoría los entregan por entregar, pero esto dice mucho de una persona”, sostiene Alba García.

Tal es su valor que, en ocasiones, las empresas descartan a candidatos por la calidad de su CV. Así, reconocen que, por lo general, son los más mayores los que menos importancia le dan, quizá porque, al contrario de los jóvenes, “no están tan familiarizados con las herramientas que tienen disponibles en Internet”, explica la consultora de RRHH. Por su parte, los jóvenes “van muy al detalle y, visualmente, se ven más marketinianos, se nota mucha la diferencia”, señala Talavera.

No obstante, reconocen que la entrevista tiene aún más importancia que el CV, aunque este es el paso previo para conseguir la segunda parte del proceso. De ahí que este documento no sirva para cerrar puertas a quienes lo elaboran de forma más clásica y menos creativa. “En estos casos, levantas un poco la mano y tienes en cuenta el tipo de perfil, en cuanto a que no tendrá tanta capacidad de innovación como un joven”, aclara García.

A ello ayudan plataformas digitales como Canva, que tienen muchas plantillas que pueden usarse de forma gratuita. Pese a que Talavera resalta que, depende del perfil de la persona, reconoce que “cada vez, los currículums están mejor trabajados”.

Además de cumplir con lo que se ha señalado con anterioridad, para que un CV sea perfecto hay errores que nunca deben cometerse. Uno de ellos es caer en faltas de ortografía, lo que da muestras del nivel académico y de la importancia que el aspirante le da al curriculum. “Si no lo revisas, indica el valor que te estás dando a ti mismo respecto a la oferta laboral”, reconocen las expertas.

Otro de los fallos más relevantes que han de evitarse es tratar de engañar con la información que se proporciona, por lo que esta tiene que ser veraz. Esto supone que, si se opta a un puesto para el que “no se está formado, no se va a ser capaz”, lo que puede generar frustración y, en el peor de los casos, el despido.