Primera sentencia contra Cristóbal L.C., el “Toba”. A sus 50 años fue el frutero del municipio de Valdeavero (Madrid) hasta que se destaparon los primeros casos de agresiones sexuales a niños y adolescentes del pueblo. Ahora, la Audiencia Provincial de Madrid le condena a 19 años de prisión, 12 por un delito de agresión sexual a menor de 16 años y 7 por dos delitos de corrupción de menores, según la sentencia a la que ha tenido acceso Infobae España.
En concreto, la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid se refiere a unos hechos ocurridos durante el verano del año 2020. El “Toba” conoció a un chico que por entonces tenía 15 años a través de una página web erótica. Ambos llegaron a verse en persona en varias ocasiones pese a que el frutero sabía de la edad del menor tras pedirle el DNI. Para acrecentar su posición de superioridad, Cristóbal le dijo al adolescente que era policía local.
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Entonces creó un grupo de Whatsapp con el menor y otro chico, con los que negoció pagarles cantidades de entre 80 y 100 euros a cambio de mantener relaciones sexuales. También les pidió que le mandaran una foto de sus genitales “para valorar el género” -siempre abusaba de chicos-, a lo que uno de ellos accedió.
Unos días más tarde, el “Toba” llevó al adolescente de 15 años, como en ocasiones anteriores, a su casa de Valdeavero. Tras invitarle a bañarse en la piscina, le dijo que tenía que hacer lo que él quisiera porque si se negaba no le dejaría salir de la vivienda. Pese a que el menor le pidió que lo dejara en paz, el frutero lo guio hasta una de las habitaciones, lo empujó hacia la cama, le bajó los pantalones y lo agredió sexualmente con penetración.
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Conversaciones de Whatsapp
La sentencia, fechada el pasado 4 de octubre, se basa en varias pruebas, algunas recabadas del volcado del teléfono móvil de Cristóbal. En una conversación de Whatsapp con el adolescente al que violó, se jactaba del dolor que había sentido la víctima: “Sólo te metí la punta, pero parecía que te estaba metiendo un tanque”.
Los magistrados también han tenido en cuenta las conversaciones con los dos referidos adolescentes, a los que pedía de forma insistente material de contenido sexual pese a conocer que eran menores. En los mensajes explícitos les requería “fotos comprometidas” porque quería “ver la carne”.
Por todo ello la Audiencia madrileña acabó condenando al “Toba” a 19 años de prisión. Sin embargo, por delante tiene varios casos judicializados por los que las familias de las víctimas reclaman una pena de 105 años de cárcel, según detalla el abogado de varios de los denunciantes, Juan Manuel Medina.