Alarma por las explosiones de patinetes eléctricos: el sector culpa a los usuarios por el ‘tuneo’ irresponsable

La explosión de un patinete en un tren que discurría por la estación de La Elipa del Metro de Madrid en plena hora punta del martes de la pasada semana hizo saltar las alarmas entre los usuarios del transporte y otros conocedores de la noticia. Afortunadamente, el suceso no dejó heridos, aunque sí causó importantes destrozos materiales en el último vagón del tren afectado, como se aprecia en las imágenes que captaron algunos testigos. Infobae España ha contactado con Ángel Sierra, experto en estos vehículos y responsable de la tienda y taller de patinetes eléctricos Sabway en Madrid, quien culpabiliza a los usuarios por tunear los aparatos de forma “irresponsable”.

Este técnico explica que la pieza que suele ocasionar la deflagración de los patinetes eléctricos es su batería, compuesta de litio. La explosión suele ser muy aparatosa, ya que cada pila -un modelo básico tiene casi 30- se convierte en un foco independiente del incendio posterior, que se asimila a un soplete en funcionamiento. Ángel detalla que la explosión no se produce de inmediato, sino que es la consecuencia del sobrecalentamiento de la batería, que puede estallar al alcanzar los 70 grados centígrados. Pero ¿cómo llega a esa temperatura?

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Ángel explica que este tipo de accidentes tienen su origen en la manipulación de las piezas de los patinetes, el denominado tuning. Los usuarios modifican las baterías para tener más autonomía o eliminan el límite de velocidad de 25 kilómetros por hora estipulado por ley en España. “Hacen chapuzas buscando tutoriales en Youtube o pagando precios muy bajos en talleres”, señala este técnico.

Los usuarios también utilizan cargadores inadecuados para su modelo de patinete. Si el voltaje es notablemente superior al que soporta la batería, ésta puede acabar sobrecalentándose, como en los teléfonos móviles. “La gente es muy inconsciente”, asegura Ángel. En su taller se ha encontrado con aparatos que, al abrirlos, habían sido tuneados “con cola y celo”. El uso de materiales inadecuados aumenta el riesgo de cortocircuito, uno de los principales orígenes de las deflagraciones de los patinetes.

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El tuning una práctica “generalizada” que tras un suceso con heridos obligó a Barcelona a prohibir el acceso de patinetes eléctricos al Metro. En París, el 89% de los ciudadanos votaron sacar los patinetes de alquiler de la ciudad. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, descartó organizar un referéndum y se inclinó por “ordenar” el servicio y no prohibir, “como suele hacer la izquierda”.

Desde el sector denuncian la “criminalización” del patinete eléctrico como vehículo de transporte e inciden en que la responsabilidad de las conductas imprudentes es del usuario. También piden al legislador que regulen el uso del patinete, que continúa en una especie de limbo legal. A comienzos del año 2024, entrará en vigor una nueva normativa de la Dirección General de Tráfico que contempla la obligatoriedad de una placa en cada patinete con datos identificativos como la velocidad máxima, el fabricante o el número de serie de los componentes, lo que facilitará el reconocimiento de los tuneos practicados por los usuarios.