‘Los asesinos de la luna’ está basada en hechos reales: esta es la oscura historia de la película de Scorsese y DiCaprio

En 2017 David Grann publicó Los asesinos de la luna, en la que desvelaba una de esas historias ocultas dentro de la crónica negra de su país, los Estados Unidos, que se encargaba de dinamitar buena parte de los postulados del llamado Sueño Americano a través del extermino indiscriminado de la comunidad osage en los años veinte. ¿A qué costa se consiguió que el hombre blanco se erigiera como dueño y señor de un territorio que no era el suyo? Esa es la cuestión.

El periodista nos introducía en ese espacio a través de la mirada de los nativos americanos que, gracias al petróleo habían encontrado en sus tierras, habían conseguido enriquecerse y tenían la renta per cápita mayor del mundo en ese momento. No duró mucho y fueron víctimas de la discrimación, del racismo y del genocidio sistemático.

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En realidad, Los asesinos de la luna podría considerarse un true crime, ya que los acontecimientos que cuenta ocurrieron en la realidad, y es precisamente de lo que se encargó de documentar, reivindicar y denunciar el autor de la obra original.

Scorsese se basa en esta historia para plasmar lo que pasó en aquella época a través de la mirada de una indígena, Molly (Lily Gladstone) que vio cómo su familia fue siendo asesinada en extrañas circunstancias hasta que se atrevió a denunciarlo frente a las autoridades. Después de un tiempo y ante la magnitud de los acontecimientos, los hombres de John Edgar Hoover entraron en acción.

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Sus tres hermanas, las de Molly Buckhart, fueron encontradas muertas en circunstancias poco habituales y nadie se hizo cargo del asunto, lo que revelaba un complot sistémico dentro de su comunidad, en la que los hombres blancos ocupaban los puestos de responsabilidad a la hora de hacerse cargo de los asuntos políticos y sociales de la zona. Ella no fue el único objetivo, muchos de sus vecinos fallecieron de manera inexplicable.

En ese contexto de masacre, entró en acción Tom White (interpretado por Jesse Plemons), antiguo comandante de Texas y uno de los lugartenientes del recién instaurado FBI.

A través de un equipo de infiltración, logró descubrir toda la intrincada red que relacionaba a Molly con uno de los caquices del condado, William Hale (Robert de Niro), tío de su marido (Leonardo DiCaprio), que se había erigido como benefactor de la comunidad, cuando en realidad lo que quería era explotarla y destruirla desde dentro.

Se dice que a esa época se la conoce como el ‘Reino del Terror’. Los indígenas se encontraban totalmente desprotegidos y no podían denunciar la situación a la que estaban asistiendo.

Así, no hay nada falso que no esté documentado previamente en la nueva película de Martin Scorsese. El director se encarga de sacar a flote esta historia para hacer justicia al pueblo nativo americano y a la forma en la que se le ha tratado a lo largo del tiempo, relegando su importancia y ocultando la violencia a la que ha sido sometido.