Las bases del Consell de la República (CdRep), que encabeza el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, han respaldado en una consulta interna que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts Per Catalunya bloqueen la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. La base militante de la entidad nacionalista, originalmente concebida como un gobierno en paralelo cuya misión era sostener la confrontación contra el Estado y avanzar hacia la efectiva secesión, ahora pone en peligro las negociaciones entre los secesionistas y los socialistas.
Este martes, el Consell de la República da a conocer los resultados de la consulta interna de Carles Puigdemont, para la que se obtiene un 74,9% de los apoyos que está a favor de que se bloque la investidura de Sánchez, mientras que el 24% de los votantes se han posicionado en contra del boicot a las negociaciones.
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Sin embargo, el número de personas inscritas en el censo de esta organización privada con sede en Waterloo es de alrededor 90.000 personas, de las que solo han votado 4.021. Es decir, la participación de la consulta ha sido del 4,45%. Un porcentaje de abstención muy similar al que se documentó la semana pasada en la consulta que tuvo lugar en el consejo para decidir cambios en la estructura interna, la abstención fue del 93%.
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La votación de investidura fue impulsada por un pequeño sector crítico que logró reunir el 1% de los avales necesarios. Puigdemont, como presidente del consejo de la república, se encuentra ahora en una situación sumamente delicada, ya que tiene una obligación moral de cumplir con el mandato de las bases. Sin embargo, en el comunicado emitido por el consejo tras conocer los resultados, la dirección encabezada por Puigdemont ha evitado respaldar directamente el veredicto de las urnas. Se limitaron a afirmar que “comunicarán los resultados a las direcciones de los distintos partidos independentistas de manera inmediata”. Fuentes de la dirección subrayaron que no harán declaraciones adicionales.
Después de la obtención de los resultados de las bases, Puigdemont deberá decidir si continúa negociando con Sánchez o ignora la consulta del organismo que él mismo creó para mantener vivo el procés de Cataluña. Puigdemont en cambio tiene una tarea difícil en la recta final de la amnistía para conseguir el reconocimiento nacional de Cataluña, teniendo en cuenta que las bases independentistas parecen estar más desmovilizadas.