Los radares son una de las mejores opciones para controlar la velocidad a las que los conductores circulan. Por esta razón, la Dirección General de Tráfico instala este tipo de controles por las carreteras y vías de toda la geografía española. Además de completar este tipo de controles con otras medidas de seguridad como el trabajo de los agentes de tráfico u otro tipo de dispositivos de control.
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En Madrid están instalados multitud de dispositivos encargados de controlar la velocidad de los coches que circulan por sus carreteras. Con los datos de todos estos controles podemos determinar cuantas sanciones tramitan.
En la capital, el radar que más multas ha puesto a los usuarios de vehículos es el instalado en el kilómetro 4.150 de la M-30 a la altura del centro comercial de La Vaguada. En lo que va de año, se han tramitado más de 31.600 sanciones, en concreto, 31.679 multas.
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En segundo lugar, se encuentra el radar situado en la Avenida de Puerta de Hierro y el radar de la A-5 en Batán. Ambos cuentan tras sus espaldas más de 28.000 y 23.000 multas, respectivamente. Unas cifras que se encuentran por delante de las registradas por los controles de la M-30 en los kilómetros 19.800, cerca de la Casa de Campo y en el túnel de la carretera de circunvalación.
Todos estos datos se pueden consultar en el informe del portal de transparencia del Ayuntamiento de Madrid, cuya elaboración fue realizada por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). El estudio concluye que se han sancionado, de media, a 961 infractores durante el primer semestre de 2023.
Los radares de cruce, el nuevo sistema que la DGT
A estos casi 3.000 controles de carretera, debemos sumar ahora a la lista los nuevos radares de cruce, estos tienen como principal principio regular los cruces más peligrosos que cuenten con baja visibilidad. Por tanto, con el fin de reducir los accidentes en los cruces, la DGT ya ha anunciado que procederá a instalarlos en los cruces con mayor peligrosidad y menor accesibilidad. Su principal función será detectar la presencia de los coches en las intersecciones con el propósito de alertar a los vehículos.
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A pesar de que la Dirección General de Tráfico mantiene que los radares se instalan con la finalidad de crear una red vial más segura, entre los conductores, en ocasiones, encontramos cierto descontento al respecto, ya que estos controles también se dedican a detectar infracciones de la legalidad vial vigente, generando una gran cantidad de multas a lo largo del año. Unas multas que se traducen en jugosos beneficios para la administración pública.
El número de multas aumenta
El número de multas ha sufrido un incremento en los últimos años, en concreto, el número de denuncias relacionadas con radares ha aumentado en un 15.6%, superando los 5 millones y medio de infracciones detectadas. Estas cifras han posibilitado que la administración pública haya ingresado una recaudación importante. En los últimos diez años, se calcula que, por esta razón, el ente público ha llegado a ingresar, aproximadamente, más de 500 millones de euros.
El principal motivo de las multas sigue siendo el exceso de velocidad, siendo la causante del 75% de las infracciones al volante.