Sumar y PSOE quieren llegar a un acuerdo programático de Gobierno antes de que acabe el mes de octubre. Los plazos se agotan y las reuniones se suceden casi a diario. De hecho, los equipos negociadores de ambas formaciones estuvieron sentados, por ejemplo, este domingo hasta la una de la madrugada. El principal atasco sigue estando a día de hoy en la reducción de la jornada laboral, “un punto fundamental que debe estar incluido en el pacto final”, como recalcó este lunes el portavoz de Sumar en rueda de prensa, Ernest Urtasun. Pero el PSOE, en cambio, no lo tiene tan claro y dilata este debate.
Sumar lleva en su programa electoral establecer por ley una jornada laboral máxima de 37,5 horas en el año 2024 y abrir paralelamente un proceso de diálogo social para seguir reduciendo la jornada hasta alcanzar una horquilla de 35 a 32 horas. Los de Yolanda Díaz están convencidos, además, que esta medida ayudaría a disminuir la tasa de paro. Para Sumar es imprescindible que esta iniciativa esté sí o sí en el acuerdo que llevan negociando casi tres meses con los socialistas. Pero fuentes conocedoras de esa negociación destacan que el PSOE es más receptivo a otros temas del acuerdo que a este. “Es un compromiso que adquirimos con la ciudadanía, y al que no queremos renunciar. Es el PSOE el que no tiene mayoría y el que necesita llegar a acuerdos con las distintas formaciones que le quieren apoyar”, explican desde Sumar.
Te puede interesar: La ‘ley mordaza’ que la izquierda no deroga deja ya 1,8 millones de sanciones y 1.117 millones recaudados
Así que la pelota está ahora en el tejado de los socialistas, que creen que es mejor llevar este tema a la mesa de diálogo social y derivar este espinoso asunto a las conversaciones entre empresarios y sindicatos. Pero Sumar, de momento, quiere algo más, un acuerdo más tangible y un compromiso más firme. “No es incompatible legislar con el diálogo social”, ha recalcado Urtasun este lunes. A pesar de ello, ambas formaciones son optimistas y quieren cerrar el acuerdo antes de que acabe octubre.
La jornada actual de 40 horas semanales, ocho horas al día, cinco días a la semana, se consiguió en 1983 y está regulada en el Estatuto de los Trabajadores. Desde entonces no se han producido cambios, al contrario que en otros países europeos, y solo se ha pactado la reducción en algunos sectores o empresas y en la administración pública. El objetivo de Sumar es que las 37,5 horas como horizonte laboral en 2014 quedé reflejado claramente en el acuerdo.
Fuentes de Sumar reconocen que este punto está siendo el principal escollo en la negociación a poco más de una semana para que concluya el plazo autoimpuesto por los posibles socios de coalición. Sumar también quiere que el acuerdo incluya una subida del Salario Mínimo Interprofesional; el nuevo Estatuto del Becario, “una prioridad” para los de Yolanda Díaz; la ampliación de la gratuidad en el transporte público; la derogación de la ‘ley mordaza’; la reducción de determinados vuelos peninsulares para luchar contra el cambio climático; o la regulación de los pisos turísticos en una Ley de Vivienda “más ambiciosa”. Muchos puntos que se están tratando, para una parte de la mesa de negociación, con cierta lentitud.
Otro asunto que también quiere incluir Sumar en ese acuerdo es el de la prórroga del impuesto a la banca, en donde la formación de izquierdas ve más “abierto” al PSOE teniendo en cuenta que en los últimos días se han conocido los beneficios de nuevo récord de las principales entidades financieras. Un impuesto que se aprobó de forma extraordinaria para aplicarlo dos años (2022 y 2023) y que Sumar quiere que se prorrogue.
Te puede interesar: Los socios de Sánchez miran de reojo a Puigdemont como pieza clave que desatasque la investidura
Sumar también está negociando con el PSOE el encarecimiento del despido, y quiere arrancar a los socialistas una nueva reforma que incluya un nuevo tipo de despido conocido como “restaurativo”. Con este modelo, la indemnización que recibiría el trabajador se calcularía en función del perjuicio sufrido a raíz de ese despido, entrando en juego circunstancias personales como la edad, la formación o el sexo. “No es lo mismo un despido a los 60 años que a los 25″, insisten desde Sumar. De todas formas, las conversaciones “avanzan”, aunque no se descarta que finalmente sean el propio Pedro Sánchez y Yolanda Díaz quienes tengan que desbloquear personalmente el punto relativo a la reducción de la jornada laboral.