Los sindicatos UGT, CGT y Sumados critican el oscurantismo y la falta de información de Telefónica sobre un plan de salidas incentivadas voluntarias que está diseñando y que afectará a cerca de 5.000 trabajadores. Afirman que la única información que tienen al respecto es por los medios de comunicación y que la teleco no les ha enviado ninguna notificación oficial sobre su contenido, que según adelantó Expansión, afectaría a los empleados de las principales filiales españolas (PSI) de la operadora durante tres años. Está previsto que la compañía presente el proyecto el próximo 8 de noviembre en el ‘Día del Inversor’ y, por el momento, declina hacer declaraciones.
“No es de recibo que Telefónica no informe sobre este plan a los sindicatos que somos con los que tiene que negociar en el caso de que se implante”, señala Diego Gallart, portavoz de UGT. Respecto al contenido que se ha publicado del plan afirma que “desde UGT no somos partidarios de este tipo de planes que consisten en reducir la plantilla. Somos contrarios a la destrucción de empleo en Telefónica porque el futuro de la compañía no debe pasar por seguir disminuyendo la plantilla, sino por apostar por nuevos proyectos que den valor añadido a la empresa y generen estabilidad a los trabajadores”.
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Considera que la noticia del nuevo plan es “una filtración interesada” realizada por algún sindicato -del que no da el nombre- o por algún miembro de la dirección de la empresa que quiere que se produzca este plan “para cuadrar números”. No obstante, considera que si Telefónica decide llevar adelante este proyecto lo negociarán para que las nuevas bajas sean voluntarias y en unas condiciones “similares o mejores a las que se han dado hasta ahora”.
“Liquidación de la compañía”
También Manuel Velasco, secretario de acción sindical de CGT, asegura que “Telefónica no nos ha informado de si existe o no este plan” y entiende que haya empleados que se acojan a él, pero a su juicio, supone “una liquidación de la compañía, ya que si se van 5.000 trabajadores de los 12.000 que somos, quedarán solo 7.000″.
Argumenta que tras estas nuevas salidas, “no sabemos qué trabajo vamos a realizar ni cómo lo vamos a desempeñar” y reconoce que las nuevas bajas se producirían en un momento en que la entrada de trabajadores a la empresa “es mínima, la mayoría son becarios o empleados con bajos salarios”.
A su juicio, si las bajas continúan, “la empresa quedaría muy reducida. Los trabajadores nos quedaríamos como meros controladores de las contratas que harían el trabajo que deberíamos hacer nosotros como empresa”.
Tampoco Jesús García, secretario general de Sumados, tiene información del plan, pero reconoce que “cuando el río suena, agua lleva”, y ve “muy probable” que se lleve a cabo. Y más teniendo en cuenta que en 2024 Telefónica sustituirá todas sus centrales de cobre por la fibra.
Afirma que si se implanta el nuevo plan, este tendría que cumplir tres premisas: universalidad, voluntariedad y no discriminación. “Si esto se incumple, nos posicionaremos en contra”, indica.
El nuevo plan
El programa de bajas incentivadas se enmarcaría en el plan estratégico 2023-2026 que Telefónica presentará el 8 de noviembre en el marco del Día del Inversor. Los 5.000 empleados serían el máximo de personas afectadas por el plan de salidas incentivadas, que se repartirían durante los tres años que dure el nuevo plan estratégico. Se calcula que los trabajadores que se acojan a él serían de entre 2.500 y 3.000, una cifra similar a la de 2021, la última vez que realizó una salida incentivada.
Los empleados que se podrían adherir al plan serían los nacidos en 1968 y 1967, aunque no se descarta que empleados que cumplían los criterios en los anteriores planes de salidas incentivadas promovidos por la empresa se acojan ahora al nuevo. En el plan negociado en 2021 Telefónica ofrecía abonar hasta un 68% del salario de los trabajadores adheridos hasta que se jubilaran y también pagaba la cuota de la Seguridad Social, el seguro médico y la aportación al plan de pensiones de la empresa, entre otros complementos.
Según datos de Europa Press, la operadora aprovisionará más de 1.000 millones de euros para encajar este plan, una cifra a la que se sumarían en torno a 200 millones de euros vinculados a un plan de bajas voluntarias para el área de corporativo, es decir, empleados del entorno del equipo del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y también de directivos de filiales, entre otros.
El último plan de salidas incentivadas de Telefónica se negoció en 2021, pero antes de eso en los últimos años tuvieron lugar otros dos, uno en 2015 -que se ejecutó en 2016 y 2017- y otro en 2019. En el de 2016 salieron de la compañía en torno a 6.300 trabajadores y el coste para la empresa fue de casi 3.700 millones de euros, mientras que en el de 2019 se desligaron de la operadora unos 2.600 empleados, para lo cual Telefónica aprovisionó 1.700 millones de euros.