La transmisión de bienes y propiedades rara vez sale gratis. Los herederos, antes de recibir el dinero y los inmuebles de la persona causante, tienen que valorar una serie de factores, como las posibles deudas y el pago de los impuestos correspondientes. Las herencias, cuando llevan asociado algún bien de naturaleza urbana —es decir, alguna casa o piso construido en suelo urbano—, están sujetas al pago del impuesto de plusvalía municipal. La gestión de esta tasa es competencia de los ayuntamientos, como su propio nombre indica, por lo que puede sufrir cambios y genera bastantes dudas.
La plusvalía de una herencia, también conocida como impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana (IIVTNU), grava el aumento de valor de las parcelas sobre las que se asientan los bienes heredados. Los herederos tienen que pagar este tributo obligatoriamente cuando reciben, por ejemplo, una vivienda, un local comercial e incluso una plaza de garaje en suelo urbano. Las propiedades que están exentas de este impuesto son aquellas calificadas como fincas rústicas o las viviendas urbanas que han perdido valor desde su adquisición.
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El Ayuntamiento de Málaga ha anunciado una batería de políticas fiscales y recaudatorias para el próximo curso. La eliminación de la plusvalía municipal, que figuraba en más de un programa durante la campaña de las elecciones municipales, tendrá que seguir esperando. No obstante, el Ejecutivo local ha aprobado una serie de bonificaciones para los herederos no convivientes. Los familiares que puedan acreditar la no convivencia disfrutarán de una rebaja del 12,5% en la cuota íntegra de aquellos inmuebles que no superen los 150.000 euros de valor catastral. El PP ha sacado adelante la medida con los votos en contra de PSOE, Vox y Con Málaga.
Los no convivientes tendrán un descuento del 12,5%
La nueva ordenanza regulará el impuesto de plusvalía municipal a partir el próximo mes de enero. La principal novedad son los descuentos de los que podrán disfrutar los herederos no convivientes, que ascienden hasta el 12,5%, siempre que el valor catastral de los inmuebles esté por debajo de los 150.000 euros. La medida, según fuentes municipales, beneficiará a cerca de 6.300 vecinos. La anterior normativa solo alcanzaba a los casi 1.500 herederos que convivían con la persona causante, que disfrutaban de una bonificación del 95%, lo que supone un importe de un millón de euros al año.
Con la nueva deducción fiscal, las arcas del Consistorio dejarán de ingresar otros 500.000 euros, de modo que la resta total ronda los 1,5 millones de euros al año. El Ayuntamiento de Málaga también pondrá en marcha otros beneficios en materia impositiva, como el incremento de las bonificaciones del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para las familias numerosas y un nuevo recorte en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) para fomentar la iniciativa privada. Málaga es la ciudad que tiene los tipos más bajos y sobre un menor número de inmuebles de las seis grandes capitales del país.