El PP fía su estrategia contra la amnistía a la calle: Feijóo y sus barones se lanzan a los actos multitudinarios

La repercusión de los tres actos contra la amnistía en la calle, ha hecho que el Partido Popular determine los pasos a seguir en su ofensiva contra las negociaciones de Pedro Sánchez con los independentistas. Su oposición no hace ruido ni en el Senado, ni en el Congreso, ni a través de amenazas judiciales todavía irrealizables: la clave está en la calle. Este domingo, en Toledo, se ha celebrado uno de los varios eventos previstos hasta la fecha límite para la investidura de Sánchez, el próximo 27 de noviembre.

El Partido Popular ha tomado como referencia el acto anterior a la investidura de Feijóo, el del pasado 24 de septiembre, donde llegó a congregar a unas 45.000 personas en Madrid, para seguir por esa senda; también celebró otro en Santiago de Compostela, previo al de Madrid; dos protestas que se sumaron a la asistencia de Alberto Núñez Feijóo y su equipo a la manifestación del 8 de octubre convocada por Societat Civil Catalana, que también tuvo una repercusión positiva para el partido.

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El siguiente acto se iba a celebrar este domingo en Málaga, pero a causa de la ocupación previa del espacio previsto, se desplazó a Toledo, apuntan fuentes del partido. Desde allí, Feijóo, acompañado por personas de plana mayor de los populares, como Cuca Gamarra, empezó a dar por hecha la investidura socialista, un teórico Gobierno que tachó de “muerto”. “Quizá pueda formar un Gobierno, pero ese Gobierno nacerá muerto. Saben que los españoles no están dispuestos a perder la dignidad”, aseguró.

Feijóo redobló su ofensiva contra Sánchez, al que tildó de “presidente dimitido”. “Asumirá esa legislatura como un presidente dimitido que no podrá ejercer como presidente porque habrá incumplido su primer deber en el cargo, el de velar por la igualdad de los españoles”, afirmó. El ataque al líder socialista fue sonado, incluso un punto más duro de lo habitual. “Sólo se quiere a sí mismo y nada más, sólo le importa él, él y él, y nadie más”, le recriminó, y continuó: “Dicen los independentistas que la amnistía es su punto de partida, y yo digo que el punto de partida del independentismo será el punto final de Pedro Sánchez. La historia le juzgará, las urnas le juzgarán, y ese será su punto final”.

Las críticas a Sánchez fueron acompañadas de otras igual de contundentes hacia el PSOE, un partido al que aseguró que ya “no le queda amor propio”. “Si lo tuviera, no permitiría el bochorno de tener que desdecirse de todo lo que han dicho en los últimos años y no estaría tomando notas, callado y servil, ante los deberes que le impone el independentismo, ni permitiría que insulten a los que fundaron el PSOE”, ha esgrimido Feijóo.

“Si tuviera amor propio, no tendría ministros ambiguos y condescendientes con lo ocurrido en Oriente Medio, y si tuviera amor propio no le daría la mano a Bildu, porque eso es dar la espalda a la decencia en este país”, clamó Feijóo desde Toledo, donde volvió a hacer referencia a la desigualdad que generaría la posible amnistía. “Las instituciones deben estar al servicio de los ciudadanos en generales y no de unos pocos”, señaló.

De la investidura dependerá si hay más actos, aunque desde el PP confirman que esa es su intención. Lo que tienen en mente, si los tiempos políticos lo permiten, es organizar uno en Málaga el domingo 29 de octubre y otro en Valencia el primer domingo de noviembre. Todos dentro de una ofensiva nacional contra la amnistía, que también se abre a las posibilidades de los distintos territorios, de hecho, fuentes del PP de Castilla y León también apuntan a un acto propio con esta temática.

El objetivo de los mismos es defender la igualdad de los españoles “frente a un PSOE que mercadea con ella por el interés parlamentario de Pedro Sánchez”, apuntan desde Génova.