Si alguna conclusión sacó Fernando Alonso del fin de semana, esta es que definitivamente no era su momento de brillar. Comenzó con problemas el viernes, se prolongaron al sábado y el domingo, cuando menos esperanzas existían antes de la salida, y cuando en mejor momento estaban en carrera, reaparecieron de nuevo. Los días previos al Gran Premio de Estados Unidos, el monoplaza echó fuego; Alonso se cayó en la Q1 y no puntuó al sprint. El domingo partía de la posición 19 y sin ánimo de sumar algún punto. Lo que sorprendentemente parecía estar cambiando la dinámica del monoplaza, acabó de la misma manera: Alonso retirado en la vuelta 50.
Tras las malas experiencias de los dos días anteriores, el piloto y su equipo decidieron asumir la sanción que correspondía a salir desde el pit lane, pero con un coche más competitivo. Y así fue. Salió en Austin con velocidad y manteniendo el ritmo, se veía un AM23 que parecía estar recogiendo los frutos de los cambios a los que lo habían sometido. Previo a su última parada, el español marchaba en la décima posición. Pronto pasó a Yuki Tsunoda para colocarse noveno. Presionaba, se acercaba a Pierre Gasly, pero de pronto, una renta que reflejaba tres segundos empezó a aumentar. Ahí fue cuando llegó el culmen de Alonso y la peor de sus pesadillas.
Te puede interesar: Hamilton se ‘enfada’ por el dominio de Verstappen y pide a la FIA que actúe: “Hay que trabajar para que haya carreras reñidas”
blockquote class="twitter-tweet">🗣️ Fernando Alonso, contento pese a su retirada
— DAZN España (@DAZN_ES) October 22, 2023
"Ha sido una súper carrera, hubiéramos acabado octavos o novenos saliendo desde el pit lane"#USADAZNF1 🇺🇸 pic.twitter.com/wqedYRhZmT
“Chicos, tengo un problema en la suspensión trasera”, se comunicó el piloto con su equipo por la radio, cuando apenas quedaban diez vueltas para el final del GP. “No podemos ver nada, Fernando”, respondió rápidamente el equipo. Acto seguido rectificaron y dijeron: “Observamos un problema en el suelo”. Y pasó. Fernando Alonso, en la vuelta 50, puso rumbo a boxes y abandonó la carrera para poner punto y final al fin de semana en Austin. Lo que comenzó con un mal sabor de boca terminó de la misma manera. Lo que parecía que podía ser una remontada del fin de semana y acabar en la octava posición, sumar algún punto, no cambió la tónica de los días anteriores. Pese a los obstáculos, Aston Martin fue el quinto coche en Estados Unidos, y por primera vez, fue competitivo en pista, habría que haberlo visto sin las trabas que surgieron por el camino. ¿Podría ser una señal de que el monoplaza empieza a recoger los frutos de los cambios?
La mirada puesta en 2024
“Ha sido una supercarrera para nosotros, con una gran remontada y con mucho ritmo para haber salido de boxes”, confesó. “Podíamos haber terminado octavos, pero hubo que retirar el coche por daños en el suelo. Es doloroso. No tuvimos ritmo durante todo el fin de semana y de repente, en carrera, teníamos mucho”, añadió el asturiano, quien dice que “duelen los cero puntos”, pero que “no se puede hacer nada”. Si la pregunta es ¿dónde se generaron los daños? “Probablemente por los pianos, pero no lo sé”.
Equipo y piloto ya tienen la mirada puesta en el GP de México, donde esperan dar con la tecla del monoplaza y que las mejoras empiecen a notarse en pista. “Ahora toca centrarse en México. Esto son altibajos, para todos. Empezamos muy bien y ahora no somos competitivos. Trataremos de aprender y de ayudar al equipo en las próximas carreras y comprender así las debilidades del coche y la falta de avances. Así seremos más fuertes en 2024″, concluyó como balance de estos días en Estados Unidos.